Las ciguas ya no se agarran
con trampas ni pegamento
ni los perros de este tiempo
con longaniza se amarran
así hay gentes que narran
que no hay mal que dure cien
pero tampoco hay quien
soporte tantos engaños
no hay mal que dure cien años
por más que parezca bien.
No se enlaza la culebra
con lazo fino ni grueso
y hay que romperle el pescuezo
para que la misma muera
y todo aquel que difiera
y se crea ser un santo,
desde ahora le adelanto
algo que decía el abuelo:
al mejor sastre del pueblo
le hace un flú el del campo.
Se dice que el delicao
por más que prive y pretenda
al final de la contienda
tiende a morir cagao
dirán que soy depravao
y que mi argot es vulgar
pero no puedo privar
en ser de lenguaje fino
con mis versos de camino
todo lo puedo expresar.
Siempre que va amanecer
el cielo se pone oscuro
pá que nadie esté seguro
de lo que va a suceder,
pues el tanto pretender
puede llevar al abismo;
para qué tanto egotismo
si tanta vuelta da el mundo
y se pierde en un segundo
la vida y el protagonismo.