La vida diaria nos presenta oportunidades para poner de manifiesto los diversos valores que hemos aprendido con el paso de los años y más ahora en esta sociedad que se encuentra en constante proceso de cambio.
Hay diferentes tipos de valores: espirituales, éticos, económicos, religiosos, morales y otros. A través de estos hemos estado presentando los valores morales que son los que te permiten tomar decisiones que siempre se espera resulten positivas.
Imaginarse un mundo sin valores humanos, morales, éticos y espirituales seria como pensar en un cuerpo sin corazón. Para que tengamos una idea más especifica pensemos en que nadie diga la verdad, que nadie sea honesto, que todos fuésemos ladrones, que nadie le haga un bien a otros, que cada conversación se llevara a cabo gritándose el uno a otro. ¿Qué sensación te causó el solo pensar en eso? Son anti valores ¿verdad?. Sin dudas el practicar lo bueno, lo correcto; como la amabilidad, la solidaridad, la honestidad, el decir la verdad, el socorrer a otros da sentido a nuestra existencia.
Nadie puede alegar que no ha disfrutado de momentos memorables y cargados de alegría y satisfacción, pero cuando viste a alguien llorando aunque no le conocieras te preguntaste o le preguntaste ¿Qué te pasa? ¿Puedo ayudarte en algo?, en si te sentiste impulsado a ofrecerte porque te movieron esos valores, porque el altruismo, es un valor de indescriptible connotación. Los valores nos hacen sensibles, pues nos impulsan a que otros recuperen su bienestar, es una fuerza que nos motiva e impulsa a tomar decisiones para beneficio nuestro y para el de los demás.
Aunque respecto a cualquier punto en el que se base un dialogo, hayan discrepancias o diferencias, siempre se impone la cordura y el respeto, el trato amable, provocando apertura a nuevas ideas que aunque en un principio no las aceptábamos esos valores nos pusieron a reflexionar sobre la razón antes bien que dominados por la emoción.
Los valores forman la convicción de lo que pensamos y creemos, impulsándonos a oponer resistencia en aquellos que no nos convence o favorece, provocando un estimulo en nuestro interior para vencer los obstáculos que se nos interponen para lograr nuestro propósito.
Cuando manifestamos valores como la generosidad nos inclinamos por ser útiles porque aprendemos a compartir ropa, comida, un libro una conversación y esto lo hacemos sin esperar nada a cambio, porque este valor es verdaderamente desinteresado.
La gratitud como valor promueve la correspondencia de pago compensatorio por un favor recibido estimándolo como un beneficio. Este valor se ejerce cuando la persona experimenta aprecio y reconocimiento por quien prestó el servicio o favor. Consiste en mostrar aprecio y no un pago con igual remuneración.
La fórmula del éxito en cultivar los valores siempre ha sido un secreto a voces y nadie puede alegar ignorancia de ellos, y esta es la muestra. Cuando decimos “por favor”, “gracias” “buenas noches” etc. Es una fórmula infalible que desarma al del corazón más duro y sin aparentes sentimientos. Jamás olvides reconocer a los demás por lo que hacen por ti aunque sea mínimo según tu apreciación.
Hoy día practicar la honestidad se ha vuelto raro, pero se puede experimentar mucha satisfacción y una conciencia tranquila y limpia por hacer lo justo, correcto y decoroso. Con eso se da importancia a la verdad, y la transparencia frente a los demás. Hay personas que han crecido en un ambiente delictivo y no necesariamente tiene que ser así, pues cuentan con una fuente inagotable en tu interior, dotada de valores que al usarla marcan la diferencia.
Finalmente no olvidemos jamás el valor de la justicia, porque con ella damos a cada uno lo correspondiente, si es derecho, equidad o razón, recompensando el esfuerzo y garantizando la seguridad tanto la de los demás como la tuya. No son los valores los que están en crisis, sino personas en crisis por la falta de valores. De poco sirve que una persona sea muy preparada académicamente, cuando sus conocimientos no los emplea con la debida escala de valores para que se reconozca como servicial.
Practica el tratar a los demás como te gustaría ser tratado y habrás aprendido que serán pocos los valores que te resultaran necesario.
Belgica Abreu es ingeniera civil y tiene experiencia en curso para elevar la conciencia del ser humano.