Para el Obispo de la Diócesis de San Francisco de Macorís, República Dominicana tuvo un año 2015 de economía mal administrada lo cual se reflejó en el incremento de la pobreza y la delincuencia.
Monseñor Fausto Mejía Vallejo, al propio tiempo, pide a Dios que derrame sus bendiciones sobre el pueblo dominicano durante el año que recién inicia e interceda para que esos males sociales no se profundicen; que se castigue la corrupción administrativa y se comience un proceso serio de sanción y depuración de la justicia.
El jerarca regional de la Iglesia Católica sostiene que durante los 12 meses del año que recién finaliza deficiente manejo de la economía vió aparecer como consecuencias inmediatas el incremento de la pobreza, aumento del narcotráfico, de la delincuencia y la inseguridad ciudadana.
Observó que las riquezas que se generan en el país siguen muy mal distribuídas, toda vez que el gobierno y sus organismos hablan de los «altos índices de crecimiento de la economía» lo cual no se percibe en la mejoría de las condiciones de vida del grueso de la población dominicana.
“Hay un axioma que nos enseña que las crisis económicas son consecuencia de años de bonanzas mal administradas. Y la verdad es que tenemos mucho tiempo que escuchamos que entre las naciones de la región del Caribe y de Centro América, República Dominicana es el país de mayor crecimiento económico de las últimas décadas», expresó el prelado.
Afirmó que pese al crecimiento económico de que habla el gobierno en el año 2015, el país vivió una de sus peores crisis en diversas aéreas con base en el manejo de la economía, por lo que exhorta a las autoridades gubernamentales trabajar enfocadas en conseguir una mejor distribuición de las riquezas del país.
Mejía Vallejo quien también es Rector de la Universidad Católica Nordestana (UCNE), en declaraciones a los medios de información lamentó además los feminicidios, los múltiples casos de embarazos de adolescentes, entre otros fenómenos sociales para los que llamó a las autoridades judiciales, policiales y a las familias en particular a hacer sus aportes para reducir hasta erradicar esas indeseables situaciones.