Son nativo de la ciudad de Salcedo un padre de 61 años y su hijo de 23, asesinados a balazos por cuatro sujetos el pasado lunes 24 de septiembre en Hartfort, Connecticut.
La policía identificó a las víctimas como Esmerito Pérez Mendoza y Ramón Pérez, quienes fueron encontrados dentro de una camioneta Toyota sufriendo de heridas de bala en el sur de Whitney Street, cerca de la intersección de Capitol Avenue justo después de la medianoche.
Los investigadores arrestaron uno de los sospechosos de los cuatro sospechosos y que fueron descritos a la policía por vecinos que escucharon los disparos.
El hijo fue impactado por un balazo en el lado izquierdo de la cabeza y el papá recibió un tiro en el torso.
La portavoz de la policía en Hardfort, Nancy Mulroy dijo que las pesquisas en relación a los asesinatos de los dominicanos, sigue en curso y que los tres restantes sospechosos son perseguidos por la uniformada.
Pero versiones de allegados a las víctimas sostienen que los crímenes fueron pasionales, debido a que Ramón tenía una relación con una mujer boricua quien tiene novio o marido.
Pérez Mendoza y su hijo eran comerciantes y propietarios de un supermercado.
Los cadáveres de los Pérez fueron trasladados a Nueva York y fueron velados juntos en la funeraria Ortiz de la calle 190 y avenida Broadway en el Alto Manhattan y serían sepultados en el cementerio del Distrito Municipal de Las Lagunas en Moca.
El hecho fue perpetrado en la calle Whitney al Sur de Stanford.
Un dato aportado por algunos conocidos de los occisos y que lo comentaron en la funeraria es el de que el joven fue baleado primero tras salir del vehículo y cuando abría la puerta electrónica de la residencia en la que vivía con su padre y otros parientes con una tarjeta digital.
Se dijo que el padre al verlo herido, también salió de la jeepeta para tratar de socorrerlo y fue cuando los matones le dispararon. La versión oficial contradice esa especie.
Antonio Pérez, hermano de Ramón dijo no creer lo sucedido ya que su pariente aparentemente, no tenía problemas con nadie. “Esto es una locura, mi hermano no tenía problemas con nadie”, expresó.
Los Pérez eran propietarios de una bodega situada en la esquina de las calles Garden y Westland.
La policía está pidiendo la colaboración de la comunidad para ayudar al arresto de los sospechosos y cualquier información puede ser suministrada a los números 1860-757-4089. o la línea caliente 860-722-TIPS (8477).