La República Dominicana, vive una crisis post electoral, porque aunque la victoria del PLD, ha sido legitimada por los poderes competentes para tales fines de manera constitucional. A la oposición le queda el sabor amargo como la retama (hiniesta o genista), sabor a hiel como suelen dejar las elecciones muy competidas.
Obviamente, en un país de una “democracia imperfecta”, estos son gajes del oficio, el PLD es un partido minoritario con un 37 % de los votos emitidos, versus el PRD, que supero los dinteles del 42 %, muy a pesar de las travesuras desde el poder que se realizaron para que el partido gobernante se quede en la conducción de la cosa pública.
Yo había escrito que el pueblo es soberano y hay que respetar su voluntad, así debe ser, pero en este caso los miembros del Partido Revolucionario Dominicano, como partido opositor bajo la egida de su líder, Ing. Hipólito Media, que obtuvo a pesar de la compra masiva de cedulas, que es los mismo que despojar al ciudadano de sus derechos cívicos, compra de conciencia, en este último caso malo no son los subastadores de conciencia, sino los miserables no importa el precio que se venden al mejor postor. A pesar de todo, obtuvo el 47 % de los votos a mano- pelada, este es un factor poderoso a tomar en cuenta a la hora de gobernar.
Por ejemplo, una corte de traidores del PRD, actuaron como “Quinta Columna”, el PLD no actuó incorrectamente, lo hizo perfectamente bien, en política estas miserias humanas son útiles para la sumatoria de votos y de eso se tratan las elecciones. Expresé en un análisis de que en las elecciones los ciudadanos alcanzaban la misma simetría, los votos no pueden cualificarse, todos valen iguales, el del militante fiel, el simpatizante y el que se compra en el mercado electoral.
Ahora bien, el partidismo en República Dominicana debe revisarse, a partir de la presente experiencia, razones, estas elecciones lo cambian todo. Hoy República Dominicana, esta conducida por un partido hegemónico, no por sus fuerzas electorales, sino, por los mecanismos carentes de escrúpulos como lo obtiene. Haré un artículo mas luego sobre los partidos hegemónicos en el mundo, ustedes podrán comparar sus personajes y sus democracias.
República Dominicana, ahora es tierra de nadie, porque al reelegir al PLD, se ha reelegido todo el lastre que arrastra su gobierno:
La delincuencia irrefrenable en todo el territorio nacional.
La corrupción sin límites, ni fronteras, y sus actores se exhiben en el pueblo como prohombres.
Atropello a los opositores reales, demostrado en las elecciones recién finalizadas.
Mordaza a la prensa, excepto, a los vocingleros a su servicio mediático.
Los planes sociales del gobierno, como mecanismo miserable para doblegar el voto de los sectores más desprotegidos de la sociedad. No para compensar el desequilibrio social.
La construcción de un aparato electoral, por el partido político en el poder, investidos sus dirigentes políticos con togas y birretes. No sé, tengo que darle el derecho a la dudas, espero que actúen como jueces electorales, no como verdugos de los opositores al régimen.
No hay contra parte, el PLD, tiene todo el poder y la capacidad de aplicarlo como remedo de legitimidad.
Debo decir, que a pesar de todas estas circunstancias asqueantes y denigrantes del quehacer político del país, aun así es imperativo que el liderazgo nacional encabezado por el Ing. Hipólito Mejía y Danilo Medina, se pongan de acuerdo en lo fundamental, para evitar más traumas a la sociedad dominicana.
“A la hora de escribir este artículo, el candidato del PRD, Ing. Hipólito Mejía, no había reconocido la victoria del Presidente Electo Lic. Danilo Medina. “