“Mira Adriano, cada cosa tiene su tiempo. Lo que sí debo decirte es que he sido, soy y seré un apasionado por San Francisco de Macorís y de la Región Nordeste y me dedico a sus mejores causas vibrante de entusiasmo con el único objetivo de promover y conseguir el desarrollo de esta franja del territorio dominicano”.
Así habla Abraham Abukarma Cabrera, abogado, prestante ciudadano de San Francisco de Macorís y del país. Saxofonista graduado de la Escuela Municipal de Música que para sus años juveniles dirigía el maestro don Rafael -Fello- Pimentel.
Desde muy joven inspiró confianza a sus padres, quienes a los 12 años de edad le entregaron las llaves de la casa para cuando tuviera que llegar tarde luego de tocar en alguna fiesta. A los 15 años Abraham dirigió la Orquesta Santa Ana. A los 16 años marchó a Santiago a cursar sus estudios de derecho.
El 31 de mayo de 1969 Abraham se graduó de licenciado en derecho en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra de Santiago, a los 22 años de edad.
Gusta de la lectura, la música y disfruta la compañía de sus amigos. Es una persona extremadamente sencilla, pese a su posición económica rechaza lo fastuoso y la ostentación.
-Abraham, puedes hablarnos del Consejo Regional de Desarrollo (CRD), de tus aportes a Rotary del cual eres socio prominente.
-Pues bien como te decía, cada cosa tiene su tiempo. De Rotary o Club Rotario puedo decirte que trabajé de forma activa durante y después de la presidencia del licenciado Luis Espinal, gerente general de Munné y Compañía con asiento en esta ciudad.
Yo acababa de llegar graduado de abogado y quedé un poco así como en el aire porque yo le dedicaba mucho tiempo a esa institución. Aunque tenía mucho trabajo con el proyecto de universidad que promovíamos, mi oficina y en la compañía que me tocó presidir a la muerte de papá que había fallecido en esos tiempos, pero en verdad a mi me daba tiempo para todo.
Entonces me dediqué con Luis Espinal que quería hacer crecer el club y el movimiento de Rotary y me decidí a formar algunos clubes. El Club Rotario San Francisco de Macorís tiene el récord mundial de formar tres clubes en un año y corresponde a ese momento que trabajé con intensidad en hacer crecer a Rotary. Fundamos el club el Ratario de Nagua, el de Cotuí y el Rotario Jaya de esta ciudad el mismo año. El siguiente año fundamos el club de Tenares y luego el de Gaspar Hernández.
-Cuánto esfuerzo y dedicación conlleva formar un club Rotario?.
-Bueno, fíjate que para formar el de Gaspar Hernández, por ejemplo, pasamos año y medio visitando ese municipio todos los miércoles en la noche para motivar y orientar a sus miembros en la filosofía de servicio de esta institución. Siempre estuve encabezando las gestiones de formar esos clubes. Después mi hermano Luis trabajó en la formación de los clubes de Pimentel y Cabrera; yo participé pero no encabezando los esfuerzos que implican instalar un club Rotario. Pensé que tenía que integrarme de lleno a las tareas y proyectos del Consejo Regional de Desarrollo y así lo hice.
-Cuáles logros pueden acreditárseles al Consejo Regional de Desarrollo?.
-Siempre tuve la ilusión, la intención y el deseo de que de verdad al nordeste se le tuviera y se le considerara como una región, porque en principio esto estaba vinculado con Santiago. Santiago era Santiago, Santiago era el Cibao. Esto no era región; aquí había San Francisco de Macorís, había Nagua y había Cotuí.
Por eso nosotros con el pleito del aeropuerto Cibao-Hatillo, teníamos doble motivo como eran primero, tratar de hacer el aeropuerto aquí, pues en Santiago no lo querían; recuérdate que la sociedad ecológica y la sociedad protectora del medioambiente se oponían. Como ellos no lo querían nosotros dijimos que trataríamos de hacerlo aquí ya que teníamos mejor sitio determinado por los americanos para hacer el aeropuerto internacional Cibao que era Hatillo. La pelea era diferenciar a Santiago de San Francisco de Macorís como cabeza de una región y así fue.
En principio no logramos el aeropuerto de Hatillo, pero sí logramos dividir, separar a San Francisco de Macorís y la región nordeste de Santiago y estamos también dentro del Cibao; de manera que ese es el primer gran logro del CRD.
Logramos el proyecto Aglipo I y Aglipo II que cubre las provincias María Trinidad Sánchez, Juan Sánchez Ramírez y Duarte; este proyecto consiste en la siembra de arroz para suplir la necesidad de ese grano a la República Dominicana y América Central. Su costo fue de 120 millones de dólares. Ya se terminó con Aglipo II y falta concluir Aglipo III. En la Provincia María Trinidad Sánchez logramos conseguir el Instituto de Arroz y pronto construirán el Malecón de Nagua que también es una obra promovida por el CRD..
Luego logramos el Tribunal Superior de Tierras que nos convierte ya en una institución jurídica como región. Después nos enfocamos en conseguir el Distrito de Obras Públicas que antes pertenecía a La Vega. Hay que decir que otras instituciones y personalidades lucharon con el propósito de conseguir, pero se logró cuando a esas gestiones y reclamos se unió el Consejo Regional de Desarrollo.
También logramos el nuevo acueducto que presumiblemente debía ser múltiple. Esto fue una gestión del CRD. En el período que luchábamos por el acueducto, el entonces Senador Machacho González se acercó a nosotros y nos pidió que fuéramos al Congreso. Ahí fue que el Congreso aprobó y ratificó la construcción del acueducto de San Francisco de Macorís.
Otros logros tangibles del CRD que todos disfrutamos son el equipo de béisbol profesional Gigantes del Cibao y lo que muy pronto será una impactante realidad, que es la construcción del aeródromo en una extensión de 906 tareas en el sector Aguayo, dispuesto por el Presidente Leonel Fernández. Empleados del Departamento Aeroportuario ya están midiendo. Nosotros como CRD ya cumplimos los requisitos que nos pidieron como son el estudio técnico, incluso conseguimos la carta de no objeción del ayuntamiento, el estudio de la dirección de los vientos, análisis de los terrenos, en fin todo lo que nos pidieron para hacer el aeródromo. Hay que decir que comenzaremos como aeródromo pero seguiremos hasta tener un aeropuerto internacional.
-Cuáles son las posibilidades de que ciertamente el gobierno construya esa obra?.
-¡Oh!, un 99.99 porciento.