La Ley número 139-97, de fecha 19 de Junio de 1997, ordena el traslado para los Lunes los días feriados que coincidan con los Martes, Miércoles, Jueves y Viernes, significando un dislocamiento a fechas que recogen gestas relevantes de la historia.
Citamos el caso del día de hoy, fecha en la cual honramos cada año el nacimiento del fundador de la República, Juan Pablo Duarte, celebración trasladada para el Lunes 30, producto de esa malsana Ley.
Cada vez que suceden esos y otros casos, los legisladores que aprobaron la Ley número 139-97, debieran avergonzarse y arrodillados en el Altar de la Patria o frente la Basílica de Higüey a pleno sol, implorar perdón al país y de manera especial, al liderazgo de las fundaciones patrióticas, que aún confrontando dificultades económicas, viven resaltando a los héroes y mártires del pueblo dominicano.
Si el presidente Danilo Medina y los actuales legisladores tuvieran algún sentir patriótico y nacionalista, hace tiempo que la Ley 139-97 fuera historia, pero hay tantas componendas con la vagancia de Estado y el empresariado que maneja la Industria del Turismo, esa pieza estará vigente mientras tengamos legisladores serviles al poder económico.
Ojalá algún diputado o senador se anime en someter algún proyecto que elimine la citada Ley, aunque para ello tenga que ponerse los zapatos de honestidad del profesor Juan Bosch y las botas gloriosas del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Saludamos con sentido patriótico, la decisión de la Gobernación de Duarte, Alcaldía Municipal, Asociación Dominicana de Profesores (ADP) y la Fundación Francisco Alberto Caamaño Deñó, que aún violentando el dictamen de la Ley 139-97, han programado actividades en honor al Patricio Juan Pablo Duarte.