Quiero iniciar este trabajo citando lo que dice Abraham Magendzo K acerca de lo que es y a qué está llamado un sujeto de Derechos Humanos. Inicio de esta manera, porque esta definición del perfil del individuo de Derechos Humanos, guiará los tópicos, que en este análisis trataré. _ abro la cita_ “El cometido fundamental de la educación en derechos humanos es la formación del sujeto de derechos.
Un sujeto de derechos es una persona que tiene un conocimiento básico de los cuerpos normativos referidos a los derechos fundamentales de las personas y los aplica para promover y defender sus derechos y los de los demás.
El conocimiento de las disposiciones legales se convierte en un instrumento de exigencia y vigilancia para hacer vigente los derechos humanos. Además, un sujeto de derechos tiene un conocimiento básico de las instituciones, en especial las de su comunidad, que están llamadas a proteger sus derechos y a las cuales puede acudir en caso de que éstos hayan sido atropellados.”
En la mayoría de los documentos internacionales, y particularmente en el Pacto San Salvador, se concibe la enseñanza de la religión sin ataduras de credos, y sin ninguna parcialización, se recomienda que la religión sea enseñada desde su historia, que se enseñe la historia de las religiones, y que se respete la libertad de culto, para de esa manera cumplir con lo pactado por los 19 países al momento de reunirse para entonar, unánimemente con las disposiciones del Pacto San Salvador.
En la República Dominicana, el Nivel Primario, el Nivel Básico, y el Secundario, no respeta la libertad de culto y mucho menos enseña, la religión desde una perspectiva objetiva, apegada al respeto de las demás manifestaciones religiosas. La asignatura encargada de darle cabida a la enseñanza de la religión lleva por nombre “Formación Humana Integral y Religiosa” este nombre trae consigo una carga de trabajo muy fuerte, porque engloba el aspecto humano y el íntegro, lo que supondría un fomento determinante de los Derechos Humanos, sin embargo, quienes imparten esta materia se limitan, única y exclusivamente a transmitir los postulados del catolicismos, inclusive, quienes imparten esta materia son escogidos por la iglesia católica; esto ocurre debido a un concordato que hiciera el déspota Rafael Leónidas Trujillo (presidente de la República para entonces) en el año 1954 con la iglesia católica, para tener de su lado el poder de esta religión. Ese concordato fue establecido, en el año 1954 y hoy en día sigue vigente, violentando, de esa manera las demás manifestaciones culturales en términos religiosos.
Si citamos La Ley General de Educación Dominicana en su Art. 23 confirmaremos lo dicho anteriormente, “la enseñanza moral y religiosa se guiará con sujeción a los preceptos constitucionales y a los tratados internacionales de los cuales el Estado dominicano es signatario”, estas disposiciones solo obedecen a las disposiciones nacionales y obvian lo establecido por los tratados internacionales que conciben la enseñanza de la religión sin ataduras de credos, y sin ninguna parcialización, se recomienda que la religión sea enseñada desde su historia, que se enseñe la historia de las religiones, y que se respete la libertad de culto, para de esa manera cumplir con lo pactado por los 19 países al momento de reunirse para entonar, unánimemente con las disposiciones del Pacto San Salvador.
Hasta hoy, debido a mis lecturas, he podido ser consciente de esto. Hace unos años atrás, era un completo ignorante del tema, y no solo del tema, también desconocía, el maltrato, que con esta acción estaba y está cometiendo el Sistema Educativo Dominicana, en cuanto a la libertad de culto se refiere, de haber sido consciente de este atropello, tal como lo estoy haciendo en estos momentos, hubiera aprovechado los distintos escenarios educativos, para luchar en miras a que la libertad de culto sea respetada, como está contemplado en el currículo explícito “y obviado en el currículo oculto”.
¿Por qué razón ocurre esto? El currículo explícito, establece las normas para alcanzar un ambiente de armonía en las escuelas, esto fomentando el respeto de la dignidad, la solidaridad, la paz y otros valores. Para conseguirlo, se vale de las normas contenidas en los pactos internacionales y en los organismos que regulan la educación en un determinado país, pero qué ocurre, como bien ya lo he dicho en otras ocasiones, esto solo existe en el papel, solo está fijado en artículos y normas que los cuerpos docentes de los diferentes países del mundo deben seguir, cosa que se manifiesta con un bajo nivel de aceptación en la realidad, de esa forma se le da cabida al currículo oculto, que funciona y se motoriza a través de las situaciones que germinan de la realidad actual de las escuelas.
Ese currículo oculto, que básicamente es desarrollado en la relación que existe entre alumno, profesor, escuela y comunidad; lamentablemente, se enfoca en darle un matiz a la educación cargado de autoritarismo, discriminación, intolerancia y poca participación.
Desde ese currículo oculto, que en términos de Derecho Humanos es el más influyente en la formación del estudiantado, surgen evaluaciones egoístas y descabelladas, cosa que se manifiesta debido a la formación que esa o ese maestro obtuvo en sus años de estudio, es decir, no todo estudiante tiene que ser bueno en las matemáticas, por así decirlo, y por tanto, no se le debe catapultar como un individuo inepto por no dominarlas cuando este o esta estudiante, muestre apatía por los números y por las letras siente inmensa pasión, por esto considero que el sistema de evaluación de los estudiante debe ser diverso, aceptar las diferencias de pareceres y gustos de los estudiantes, para conseguir con ello, sujetos seguro de sí mismo, y respetuoso del talento de los demás, con esto estaríamos hablando de evaluación por competencias.
De acuerdo a la conclusión de la tesis que realizara en 2016 para optar por la licenciatura en Filosofía Y Letras titulada “La Evaluación en la Enseñanza por Competencia en el 3er. grado del Nivel Secundario del sector público, en el Área de Lengua Española en los liceos Américo Lugo, César Nicolás Penson, Liceo Sur y Ercilia Pepín Estrella pertenecientes al Distrito Educativo 07-05, San Francisco de Macorís, año escolar 2016-2017”, que los docentes no saben evaluar por competencias.
Los profesores aun continúan apegados a las actividades de evaluación sumativa, que limitan al estudiante a ser calificado en función a una calificación de un examen, exposición u otro tipo de actividad de heteroevaluación que no mide las competencias más esenciales del estudiante, y que lo limita a la simple memorización de las informaciones requeridas para cursar una prueba escrita u oral.
Los esquemas educativos nos han enseñado a pensar desde un enfoque individualista, abriéndole las puertas al debilitamiento de identidad y al deterioro del sentido común- entiéndase este, como una pérdida de ideales en beneficio de la colectividad- veamos lo que opina Rodino María Ana sobre esto. “En el orden individual, el futuro y la perspectiva de progreso pasan a reducirse a un criterio dominante, el económico: el “tener”, la posesión de bienes como única garantía perceptible para sentirse seguro en un mundo cada día más dividido entre incluidos y excluidos.”
Debemos velar por una sensibilización, una sensibilización que nos permita, como seres humanos que somos, practicar la bondad, el amor y otros valores. Se tiene y hay que educar por un mundo mejor y esto solo se conseguirá poniendo todo nuestro empeño desde nuestra labor como maestros que seremos o somos y básicamente como individuos de Derechos Humanos que somos.