El tema de la descentralización en la República Dominicana envuelve grandes componentes sociales que en lo adelante detallaremos motivados con la intención de presentar los retos que como dominicanos nos toca enfrentar en términos de administración pública, corrupción, rendición de cuentas, acceso a la información pública, auditorias y otras condiciones indispensables para el crecimiento de cualquier nación. Además, nos mueve el propósito de mostrar los aciertos y los puntos positivos que el tema de descentralización ocupa en materia de administración pública y gerencia manejada bajo los estigmas de transparencia, ética y carácter de capacidad necesaria para dirigir un departamento gubernamental.
En este caso, me referiré específicamente a la Descentralización Educativa de la República Dominicana.
La ley de educación y los distintos planes decenales y operativos de educación han delineado en forma específica una política de participación educativa, donde la comunidad, familia y organizaciones no gubernamentales son estimulados a integrarse en el desarrollo de programas y proyectos educativos. En el marco de esta política, el Ministerio de Educación de la República Dominicana, MINERD, ha articulado diversas estrategias que buscan organizar y fortalecer los equipos de gestión de centros educativos, juntas descentralizadas, asociaciones de padres, madres y amigos de las escuelas – APMAES, así como consejos estudiantiles y de curso. Este proceso de descentralización busca esencialmente favorecer mayor capacidad de gestión de las escuelas con la elaboración de sus propios proyectos educativos de centro. (EDUCA – PREAL 2008-2012).
Antes que nada, es importante saber que en palabras de Mirian (2011) la administración pública es una organización ante la cual el ser humano se presenta vistiendo distintos ropajes jurídicos: el usuario, el consumidor, el oferente, el proveedor, el jefe y jefa de hogar, el agente público; en definitiva, el ciudadano en todas sus manifestaciones. Y en ese ámbito confluyen una gama de peticiones, consultas y reclamos, junto a otra variación de notas internas, circulares, dictámenes y decisiones, sumadas al brumador silencio de efectos negativos.
En ese mismo orden, el CES UN (2002) sostiene que la administración pública en general y la capacidad de los recursos humanos del sector público en particular tienen una función esencial que desempeñar, directa e indirectamente, en la aplicación satisfactoria de la visión de la Declaración y en el logro de sus objetivos esenciales. Entre esos objetivos esenciales, la administración pública es fundamental para los derechos humanos.
¿De qué manera el componente de la administración pública dominicana, es decir, la descentralización educativa de la República Dominicana ha contribuido con el calificativo de buena administración?
Lo primero que se debe saber es que descentralización se refiere al acto y a la consecuencia de descentralizar: delegar parte del poder que ejercía un organismo central a diferentes entidades o corporaciones. La descentralización implica una división o un reparto de la autoridad. Si el Estado está organizado de manera centralizada, los gobernantes locales son agentes del gobierno nacional. En cambio, en un Estado descentralizado, los gobernantes locales pueden decidir de manera independiente según sus competencias.
Si extrapolamos esto al ámbito educativo de la República Dominicana, tendremos que toda y cada una de las escuelas y liceos de la RD, son constituidos como Juntas de Centros Educativos Descentralizadas. Para una entidad educativa poder constituirse en una junta de centro educativa descentralizada, debe estar conformada por diversos representantes sociales.
La descentralización educativa en RD ha permitido que los centros escolares desarrollen sus propios proyectos y trabajen las necesidades más esenciales de su centro escolar. Antes de la llegada de la descentralización escolar, los distintos planteles educativos debían esperar a que el Ministerio acudiera a su centro cuando estos lo necesitaban bien sea para reparaciones, compra de materiales, daños estructurales causados por fenómenos naturales, del mismo modo, era el Ministerio quien suplía los alimentos a las escuelas, lo que debido a la cantidad de centro escolares del país, muchas veces, las mencionadas necesidades no eran atendidas a tiempo y otras nunca eran solucionadas.
Ahora, con la descentralización presupuestaria en la educación de la RD se les permite a los centros educativos a través de partidas trimestrales que reciben, ser los que manejen los recursos de sus propios centros. Esas partidas trimestrales son asignadas desde el Ministerio de Educación en base a la matrícula estudiantil que dicho centro escolar tenga. De manera, que los centros que tengan una mayor población estudiantil recibirán para trabajar en sus respectivos centros educativos mayores cifras de dinero que los centros que tengan menos estudiantes.
De modo, que estas juntas de centro escolares descentralizadas son las encargadas de manejar el dinero de ese centro. Con dicho dinero, la junta de centro descentralizada puede pintar la escuela, construir aulas, reparar asuntos de electricidad, pagar mano de obras, pasajes a los estudiantes, materiales didácticos, entre otras. De igual forma la junta de centro puede elegir el suplidor que deseen para que sea el encargado de llevarle la comida que se les da a los estudiantes.
Esta práctica de descentralización ha agilizado el proceso institucional educativo, y en cierto sentido ha mermado el tema de malversación y desviación de los fondos del 4% del PIB que anualmente se le asigna al Ministerio de Educación de la RD. Existen aun muchos casos de corrupción, pero esta práctica de descentralización ha tapado la fuga enorme de los recursos del Estado por parte de los funcionarios del gobierno.
Fundamento la afirmación de que la desviación de los fondos públicos ha aminorado en el sentido de que los representantes sociales que conforman a las juntas educativas descentralizadas están compuestos por: el director del centro escolar que es quien preside la junta de centro, un secretario o secretaria que debe ser un maestro del centro escolar, representando así los intereses de los maestros del centro, un tesorero, que normalmente es parte de los trabajadores administrativos del centro, el o la representante de los padres de los niños que estudian en el centro escolar y un estudiante del centro con característica de líder estudiantil.
¿Qué ha permitido este despliegue de funciones en las juntas descentralizadas? Lo primero es que la junta descentralizada y sus representantes, todos los años deben reunirse para elaborar el Plan Operativo Anual (POA) de su centro. Dicho POA es elaborado en función de los tres desembolsos trimestrales que reciben. Cada una de las partes sociales es partícipe de su elaboración, incluso, la entidad superior de los centros educativos en cada región, provincia y municipio del país; Distrito Educativo, si el plan operativo anual no es elaborado con todos sus representantes presentes, le congela la cuenta al centro educativo, de manera, que una vez elaborado el plan operativo anual, el centro escolar debe levantar un acta, donde figuren todas las firmas de los miembros de la junta descentralizada y llevarla a su respectivo Distrito Educativo.
El tema de descentralización escolar no solo se queda en ese proceso. Sucede que para toda compra que el director vaya a efectuar, antes debe reunirse con los representantes de la junta escolar descentralizada, donde se le es aprobado lo que se comprará y así, tanto la sociedad de padres, a través de su representante, como los estudiantes, los maestros e incluso representantes de las iglesias están al tanto de en qué se invierte el dinero que cada tres meses llega al centro educativo.
De esa manera, se hacen las compras de materiales ferreteros, materiales de limpieza, materiales didácticos, equipos tecnológicos, se pagan mano de obra, pasajes y otros. Toda compra que el director del centro educativo realice debe tener endosado tres cotizaciones, eso si pasa de un monto mayor de 80 mil pesos; debe presentar el documento de la TSS (pago de seguro médico a los empleados), el registro de proveedor del Estado y la certificación que avale que está al tanto con el pago de los impuestos al Estado. Esos documentos junto a la factura de carácter gubernamental con el detalle de los que se compró son entregados a la contable del Distrito Educativo quien se encarga de emitir los cheques a las empresas si estas cumplen con lo establecido en las políticas del Estado.
De modo, que con lo detallado anteriormente, podemos constatar que en RD se ha avanzado en materia de limitar los casos de corrupción. No es que no existan casos de corrupción. Puedo mencionar trucos, mañas de muchos directores de centros y gerentes públicos. Sin embargo, se le debe dar los créditos a esta política del Estado porque con ello se está haciendo parte a la ciudadanía del proceso de manejo participativo del presupuesto estatal y además, gracias a la perenne vigilancia de estos sectores la malversación de los fondos públicos se ha calmado un poco.
El Estado dominicano sigue firme luchando en contra de la corrupción y desvío de los recursos públicos. Recientemente, se ha comenzado en la Educación Dominicana a aperturarles sus propias cuentas bancarias a las juntas de centros educativas descentralizadas, para que sean ellos mismos quienes elaboren sus cheques y manejen su propia cuenta bancaria, claro bajo el proceso de participación de los distintos sectores sociales arriba mencionados y la supervisión de la entidad educativa superior de su demarcación; el Distrito Educativo.