CLEVELAND. Las apuestas en Las Vegas daban a Golden State el mayor favoritismo en los últimos 16 años en finales de la NBA (había que apostar US$1,000 para ganarse US$100 si los Warriors ganaban) y ni un LeBron James al cuadrado pudo destrozar el pronóstico.
Los Guerreros se impusieron anoche con contundencia sobre Cleveland por 108-85 en el cuarto partido y así completaron la primera barrida en finales desde 2007, cuando los Spurs arrollaron a los Cavaliers en la primera visita de James a la disputa del título, cuando tenía 23 años.
Es el tercer título en cuatro años para la franquicia de Oakland, que en 2019 volverá a San Francisco, su sede entre 1962 y 1971. La sexta corona lo iguala con los Chicago Bulls de Michael Jordan en el cuarto puesto de la historia de la liga y dejan atrás a los Spurs.
Stephen Curry y Kevin Durant fueron desequilibrantes. No hubo forma de que la pareja se combinara para una noche por debajo, cuando uno flaqueó ahí estuvo el otro para compensar una destructora ofensiva que junto a Klay Thompson cuesta encontrar en la historia.
Durant fue declarado Jugador Más Valioso de la serie final, por segunda vez en fila. Anoche terminó con un triple doble: 20 puntos, 12 rebotes y 10 asistencias. Más allá del primer partido cuando se requirió de una prórroga, a este grupo que dirige Steve Kerr no le costó sintonizar, desarrollar un juego que según avanzaban los minutos iba subiendo de nivel hasta tornarse imbatible.
Al descanso, los californianos quedaron delante 61-52 con un Curry enchufado (20 puntos) gracias a cuatro triples en seis intentos y 12 de Durant. James lideró a los Cavs con 16.
En lo adelante el marcador no hizo más que abultarse con cifras dobles de diferencia y al final del tercer parcial los campeones dominaban por 21 (86-65).
El pedido de “defensa” desapareció de las tribunas del Quicken Loans Arena, que asumió un ambiente más parecido a una funeraria que a un estadio al observar que sus hombres se entregaron, levantando la bandera blanca con más de 12 minutos por jugar.
Curry terminó con 37 puntos al lanzar de 27-12, incluyendo de 15-7 en triples. Andrew Iguodala 11.
James cerró con 23 puntos en la duela y quedó a 13 de quebrar la marca de mayor anotación en una postemporada, en poder de Jordan, 759 en 22 partidos en 1992. Restando 4:05, James abandonó la cancha tras felicitar a sus compañeros y a los jugadores de los Warriors, en la que fue su novena visita a una final.