El 23 de febrero próximo se cumplen cinco años del fallecimiento de la destacada periodista francomacorisana Aleyda Fernández.
Aleyda Fernández laboró en los periódicos El Sol, Listín Diario y Ultima Hora. En el régimen de los 12 años del presidente Joaquín Balaguer le fabricaron un expediente que la involucraba junto a su hermana Eva de asociación de malhechores, tráfico y posesión de armas, conspiración para atentar contra diplomáticos y funcionarios del gobierno.
Fue apresada junto a su hermana Eva y la trabajadora doméstica de la casa y mantenidas encerradas en un baño durante 23 días.
Por las denuncias en el exterior y la presión que mantuvieron medios de comunicación del país, Aleyda fue sacada del encierro y deportada a España en febrero de 1971, donde vivió un año.
Se sabe que el ensañamiento del régimen balaguerista contra Aleyda Fernández fue por sus vínculos de amistad con dirigentes de la izquierda revolucionaria que eran perseguidos.
Es memorable la edición extra que publicó el periódico EL SOL con la crónica escrita por Aleyda Fernández relatando lo que se conoce en la historia electoral como el Madrugonazo, consistente en una conspiración político-militar en los comicios de 1978 fraguado de madrugada en el conteo de los votos en la Junta Central Electoral que procuraba mantener a Balaguer en el poder.
Quienes conocieron a Aleyda Fernández coinciden en afirmar que en su trayectoria profesional ejerció un periodismo honesto, comprometido con la verdad y la justicia social.
Fernández formó parte de la primera promoción de periodistas que egresaron de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
A juicio del periodista Ubi Rivas, «Aleyda Fernández era parte de la constelación de comunicadoras estrellas de los tiempos más recios cuando el periodismo se ejercía a riesgo personal».
En el año 1980 fue premiado su trabajo Enríque Jiménez Moya, Comandante de la Libertad. El premio lo otorgó la Fundación de Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo.
Al retirarse del ejercicio periodístico se radicó en Cenoví donde vivió sus últimos años junto a su esposo Ing. Agrón. Manuel Serrata.
Al cumplirse el 23 de febrero el primer lustro de su fallecimiento amigos y colegas de Aleyda Fernández solicitan a la Sala Capitular del Ayuntamiento de San Francisco de Macorís colocar los rótulos con su nombre en una de las calles de su ciudad natal que tanto amó.