Por considerarlo de gran interés para padres y profesores.
En las festividades navideñas y encuentros familiares, con primos y amigos contemporáneos, puedoasegurar, que es tema obligado en dichos encuentros, el recuerdo de aquellas actividades, con las que nos divertíamos y entreteníamos por tardes enteras.
Sin lugar a dudas, los juegos, una que otra travesura y recordar momentos agradables, nos hacen reír a carcajadas.
Un motivo implícito para preguntarme, para qué juegan los niños, serían esos los lazos que aun nos unen después de décadas, qué tan efectivo es el juego en la vida del niño; permitan entonces compartir algunas ideas y teorías sobre el tema.
En los primeros años de vida del niño, se da inicio a una serie acciones que específicamente van encaminadas a forjar la vida del adulto, es bueno subrayar que éste, debe realizar sus juegos de manera voluntaria y sin limitaciones, claro, sin obviar las que ofertan higiene y seguridad física para él.
Psicólogos de prestigio como Jean Piaget, se refiere al juego como la etapa que fortalece la inteligencia, Dewey por otra parte, da valor al proceso del mismo sin medir los resultados, entonces, desde la perspectiva de éste último autor, se afirma que el juego es una actividad cuyo único fin es la recreación, el goce, disfrute y el compartir.
Desde el punto de vista médico posibilita la resolución de situaciones difíciles y en ocasiones frustratorias. El niño mediante el juego puede sanar o recordar hechos que han dejado traumas en su vida: ludoterapia.
Es interesante provocar el juego colectivo para que el niño vaya adquiriendo el espíritu de colaboración, solidaridad y responsabilidad, estas son valiosas enseñanzas para él, son lecciones de carácter social que le han de valer para la posteridad, y le servirá para establecer sus relaciones.
En la medida que el niño crece requiere actividades más complejas, pues los conocimientos demandados, ameritan acciones con mayor grado de concentración y destrezas. Desde éste referente existe la necesidad de los docentes replantearse los modos educativos a la hora de enseñar, por eso también es necesario profundizar en los hábitos de estudio, y lograr así la aplicación de juegos didácticos.
Internalizo una idea y me produce un efecto de melancolía, en relación al juguete que se oferta al niño, éste es según la condición económica de sus progenitores, sin saber que el juego, es una de las pocas actividades que se puede realizar sin ningún instrumento.
Ver un niño hablar sólo no debe ser motivo de preocupación puesto que en él se está dando un proceso lúdico imaginario, en el cual se podría llegar a perder la magia, únicamente con el hecho de preguntar o hacer comentarios inoportunos.
El Sistema Educativo Dominicano contempla dentro del Modelo Pedagógico del Nivel Inicial la estrategia Juego-Trabajo, para la realización de los procesos de aprendizaje, así que aunque parezca paradójico, “el juego de los niños es algo muy en serio”.
La autora es
Especialista en Educación Inicial.