Los dominicanos, todos, tenemos el compromiso de festejar con gloria el centenario del natalicio de nuestro poeta nacional, Pedro Mir. No debemos esperar el próximo 3 de junio para exaltar la vida y obra de Pedro Julio Mir Valentín, el poeta político-social más aclamado de la lírica dominicana contemporánea.
El valor de la poesía miriana, radica en sus aportes a la formación histórico-cultural de la literatura dominicana, cuyo funcionamiento actualiza y particulariza mediante su producción, los valores del pueblo dominicano y su estructura social.
La poesía social dominicana, según Miguel Ángel Fornerín ha estado íntimamente relacionada a la fundación de la democracia dominicana. Es decir, a la organización del país como sociedad política democrática. «Hay un país en el mundo», muestra ese deseo; es uno de los poemas fundacionales de la sociedad dominicana.
«Hay un país en el mundo» es un canto de reflexión en el que cada ser humano oprimido puede encontrar un espacio para gestar su propia libertad.
En la lirica del autor de «Contracanto a Walt Whitman» y «Amén de Mariposas», el elemento social, comunitario y elemental, aparece como un activador poético. Pedro Mir, acoge un concepto integrado de la sociedad contemporánea y las leyes que rigen el desarrollo social e incorpora un lenguaje nuevo para denominar una realidad desconocida.
El insigne poeta, miembro de los independientes del 40, por su obra poética de corte social es considerado por la crítica literaria como el que más se aproxima a la creación literaria, del chileno Pablo Neruda. El desarrollo de la poesía Miriana reside en la exaltación en gran medida del ser dominicano, de nuestras raíces, de la condición identitaria de un sujeto cultural marcado por sus ritmos y tiempos ideológicos.
Honremos nuestro poeta nacional; celebremos con júbilo su centenario; propiciemos sus valores; recitemos por todo lo alto su poesía y gritemos a viva voz: Hay un país en el mundo colocado en el mismo trayecto del sol…
El autor es educador.
elvidolora@hotmail.com