Ganaderos del municipio de Villa Rivas y comunidades del bajo Yuna pidieron la rápida intervención de las autoridades policiales de la zona para que frenen los constantes robos de ganado.
Las contínuas prácticas de los cuatreros han obligado a muchos productores a dejar la crianza del ganado y dedicarse a otras labores agrícolas que presenten menos riesgo.
El último de estos robos lo realizaron en la finca propiedad del hacendado Alejandro Francisco ubicada en el paraje sabaneta de Arenoso donde los delincuentes descuartizaron siete reses todas preñadas.
Para cometer el hecho la noche del viernes 8 de junio, los cuatreros cortaron una alambrada de 12 cuerdas sacrificaron los animales y sólo dejaron allí sus pieles o cobijas.
«Ellos comercializan la carne» tanto aquí en el municipio, como en Castillo, Pimentel y San Francisco de Macorís y ninguna autoridad le pregunta a ellos la procedencia de la misma, señaló Alejandro Francisco.
Ante esta realidad Alejandro Francisco planteó un llamado a las autoridades en conjunto, para que le encuentren una rápida solución al problema que afecta a decenas de ganaderos del bajo Yuna.