La principal preocupación de las personas mayores es la salud, otorgándole un especial interés a su estado de salud y a los cuidados médicos, muy por encima de otros aspectos de su día a día. La satisfacción de vida de los mayores está influenciada principalmente por el tipo e intensidad de su dependencia o autonomía funcional. Por consiguiente, el principal objetivo del geriatra es mantener al adulto mayor en el máximo nivel de independencia posible, Objetivo que muchas veces se ve influenciado por variables no médicas, por ejemplo: la situación socioeconómica del paciente, problemas familiares, entre otros.
Entendemos por prevención evitar que la gente enferme, por otro lado, la terapéutica medica trata de mejorar a quienes ya están enfermos. La prevención de la enfermedad implica la identificación de los adultos mayores con riesgo alto de sufrir una patología y orientarlos para que cambien su estilo de vida si este le conduce a padecer enfermedades. Para esto es necesario conocer y distinguir los tres niveles de prevención existentes:
Prevención primaria: intenta evitar la prevención de la enfermedad, ejemplos dietas balanceadas, ejercicios, etc.
Prevención secundaria: consiste en intentar conseguir que una determinada enfermedad no ocasione una situación de incapacidad. Por ejemplo. Un paciente el cual es admitido en un centro de salud por una condición médica aguda evitar las complicaciones discapacitantes.
Prevención terciaria: permite que, frente a una incapacidad establecida originada por una enfermedad, sea posible alcanzar grados de independencia. Por ejemplo: prótesis, mantener al paciente en su mayor estado de ánimo, entre otras.
No existe duda de que la prevención primaria es la deseable, si se logra conferir alguna forma de protección a largo plazo con riesgo mínimo, dicha estrategia debe perseguirse activamente. Con mayor frecuencia se depende de las otras dos estrategias, teniendo en cuenta el costo de estas.
En el tema de la prevención es fundamental el concepto de autocuidado, es decir, la obligación del individuo de conocer y poner en práctica medidas destinadas a preservar la propia salud.
Tradicionalmente, se excluía a los ancianos en estudios preventivos, hoy esta situación esta cambiando demostrando que la prevención primaria también es adecuada para los pacientes mayores
El diagnostico precoz de la enfermedad, debe evitar su evolución hacia situaciones no deseadas ya que en la vejez es característico que las enfermedades se presenten mediante síntomas inespecíficos o atípicos, referidos a otros órganos o sistemas lejos de los afectados, o no aparecen los síntomas habituales que orienten al diagnósticos de una patología en pacientes más jóvenes, esto explica el porqué muchas enfermedades se desarrollan y progresan insidiosamente y en ocasiones pasan desapercibidas, también suele ocurrir que los pacientes con enfermedades crónicas no busquen atención medica hasta que los síntomas son significativos, por lo que el tratamiento ha de ser integral, no solo basado en la medicina, sino en lo psicológico y social de cada paciente. El geriatra ve al paciente de una forma integral, no solo trata lo clínico sino también lo psicológico y social del paciente, teniendo en cuenta estos aspectos para el futuro abordaje.