El Centro Universitario Regional del Nordeste (CURNE) enclavado en la laboriosa ciudad de San Francisco de Macorís, R.D., fue fundado el 27 de Febrero de 1970, constituyendo el segundo de su género que en menos de 24 horas creaba la UASD, ya que el día anterior había surgido el Centro Universitario Regional del Suroeste (CURSO) en el municipio de Barahona.
El CURNE, como todo fenómeno o acontecimiento de carácter social, tiene sus antecedentes como también atesora sus raíces. En ese sentido, hay que señalar que este Centro de estudios superiores es hijo legítimo del Movimiento Renovador Universitario que tiene su origen en el seno de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y que éste a la vez es producto de la insurrección constitucionalista y la guerra patria de abril de 1965.
Pero ¿Qué fue el Movimiento Renovador Universitario? Se podría aseverar que el Movimiento Renovador Universitario (MRU) fue una expresión un tanto tardío en el contexto dominicano de aquel luminario y extensionista movimiento de la reforma que en el campo educativo universitario tuvo su génesis en la ciudad de Córdoba, Argentina, en 1918. Decimos que ese movimiento de cuestionamiento llega con retraso a República Dominicana, porque fue arribando a casi 50 años de su inicio cuando aquí tiene su manifestación orgánica. Ya otros países latinoamericanos llevaban décadas de haber aperturados sus propios movimientos de rebeldía contra la filosofía y las políticas educativas imperantes, las que precisamente se caracterizaban por el conservadurismo, el dogmatismo y el elitismo. La historia registra los ejemplos de Chile, Colombia, Guatemala, Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Venezuela, México; y dos de los primeros: Perú y Cuba con sus líderes estudiantiles a la cabeza, como fueron Víctor Raúl Haya de la Torre y José Antonio Mella, respectivamente.
La tardanza para que en suelo dominicano prendieran y desarrollaran los ideales en que descansaba el Movimiento de la Reforma de Córdoba, Argentina, tiene a mi modo de ver como causa mayor los 31 años de régimen dictatorial que padeció la nación dominicana. Aunque hubo un original brote de reclamos y rebeldía que encabezó la Asociación Nacional de Estudiantes Universitarios (ANEU), la que demandó autonomía y co-gobierno para la Universidad estatal a través de un proyecto de ley sometido ante la Cámara de Diputados y una comunicación dirigida al Presidente de la República d/f 05/01/32, este primer embrión exigiendo reformas universitarias fue rápidamente aplastado por la maquinaria represiva de la tiranía trujillista.
Inmediatamente cae el adalid de la dictadura en 1961, reaparecen con mayor energía los ideales de reformas universitarias que en el pasado había levantado la ANEU. Con el vigoroso movimiento de masas surgido a raíz de la desaparición del dictador, se obtiene como conquista la aprobación de la Ley 5778 que le otorga Autonomía y Fuero a la Universidad de Santo Domingo. Pero la institución académica continuaba bajo control de sectores recalcitrantes, y el proceso con fines de sacudir los cimientos de la que ahora se denominaría UASD, fue atropellado con la caída del gobierno constitucional que encabezó el Prof. Juan Bosch en 1963.
Es en el transcurrir de la guerra de abril de 1965 cuando realmente los ideales de la reforma universitaria empiezan a estructurarse más coherentemente y con una mayor visión, los que formal y orgánicamente nacen con el nombre de Movimiento Renovador Universitario (MRU) en una asamblea de la familia uasdiana realizada el 25 de septiembre de 1965, coincidiendo la fecha con el 2do aniversario del Golpe de Estado al gobierno constitucional del PRD y Juan Bosch.
Instituido el Movimiento Renovador, de inmediato ejecuta un conjunto de acciones que tocan las estructuras: organizativa, filosófica, académica, docente, servicio… y entre otras medidas, el Consejo Universitario aprobó mediante Resolución 66-636 d/f 14 de diciembre de 1966 la plataforma jurídica que más adelante dieron apertura a los centros universitarios regionales. Por consiguiente, el CURNE es hijo de esa Resolución que hizo parir el MRU.
Continuará…
El autor es profesor jubilado de la Escuela de Sociología de la UASD.
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