El éxito de una empresa no se mide por su volumen de ventas, se mide por su rentabilidad. Muchos empresarios cometen el grave error en pensar que si venden mucho ya son exitosos. Sin embargo, muchas de estas empresas solo manejan un flujo de efectivo que la mantiene día a día sin ninguna rentabilidad.
Es muy probable que usted conozca cuanto vendió el año pasado, quizás sepa cuanto gastó. Sin embargo, ¿Cuál fue su rentabilidad? ¿Sabe usted cuánto vendió su empresa el mes pasado? o ¿Sabe cuál fue su ganancia neta? Medir la rentabilidad de una empresa es algo sencillo, sin embargo muy pocos empresarios se preocupan en saberlo.
La rentabilidad y los beneficios son dos conceptos diferentes y complementarios. Los beneficios son simplemente el nombre que se le da a un valor resultante después de restar a los ingresos todos los egresos. En cambio, la rentabilidad es el nivel de rendimiento que se ha obtenido de un capital invertido, por tal razón, es la rentabilidad que nos dice si el negocio en que se ha invertido es un buen negocio o no.
Mientras menor inversión haya que realizar para obtener beneficio, mejor será el proyecto, esto gracia a la rentabilidad.
Todo empresario debe conocer su rentabilidad, el gerente financiero es responsable de comunicarlo y presentarlo periódicamente a los altos ejecutivos de la empresa.
Conozca el costo de sus productos y compárelo con los costos existentes del mercado. Si sus costos son menores que la competencia su rentabilidad será cada día mayor.
Solo debemos evaluar la relación que existe entre los beneficios netos obtenido, la inversión y los recursos que ha utilizado para poder generarlos. Su empresa es rentable cuando sus ingresos son mayores que sus costos y gastos.
Una empresa no es buena gracias a sus ventas y sus ganancias, es buena cuando comprobamos que es rentable. Rentabilidad significa, la capacidad de producir o generar un beneficio adicional sobre la inversión hecha por los accionistas de la empresa.
Conocer su punto de equilibrio, analizar e interpretar los estados financieros, disminuir los gastos, aumentar las ventas, mantener alta rotación de inventario y un buen control interno, participación del mercado, tasa de crecimiento poblacional, son esenciales para conocer su situación financiera actual y maximizar su rentabilidad.
Todo empresario debe conocer su rentabilidad, el gerente financiero es responsable de comunicarlo y presentarlo periódicamente a los altos ejecutivos de la empresa. Conozca sus costos de los productos y servicios que representa y compárelo con los existentes del mercado. Si sus costos son menores que la competencia su rentabilidad será cada día mayor.
Un peso que será recibido en el futuro no es igual al peso que se recibe hoy. El valor que la empresa posee actualmente es más apreciado que el dinero que tendrá en el futuro, porque el efectivo que tiene hoy, puede invertirse y ganar rendimientos positivos.
El autor es asesor de la empresa de consultoría y capacitación REPSAPInternational, SRL. 809-583-7254, Santiago y todo el Cibao. www.repsapinternational.com