Los Ángeles. – LeBron James se situó este jueves a solo 63 puntos de convertirse en el máximo anotador de la historia de la NBA después de que Los Angeles Lakers, con una soberbia remontada en el último cuarto, se llevaran el triunfo por 111-112 en un duelo muy igualado con los Indiana Pacers.
En su cuenta atrás para superar la legendaria marca de Kareem Abdul-Jabbar (38.387 puntos), LeBron sumó 26 (11 de 19 en tiros), 7 rebotes y 7 asistencias.
Teniendo en cuenta que está promediando 30,2 puntos por encuentro y que los angelinos se enfrentarán el sábado a los New Orleans Pelicans, lo más probable es que LeBron logre el récord el martes contra los Oklahoma City Thunder o el jueves contra los Milwaukee Bucks (ambos partidos se jugarán en Los Ángeles).
Más allá del camino al cielo de la NBA de LeBron, los Lakers tuvieron una noche complicada ante unos Pacers que dominaron todo el partido pero que se derritieron en el último periodo (15-28).
Anthony Davis, con una canasta y un tapón fundamentales en el último minuto, destacó con 31 puntos y 14 rebotes y se reivindicó tras haberse quedado fuera del All-Star.
Russell Westbrook acabó con 10 puntos y 10 asistencias, pero tuvo un pésimo día en la puntería (2 de 16 en tiros).
Indiana
En los Pacers, Tyrese Haliburton, escogido este jueves para su primer All-Star, volvió tras diez partidos lesionado y brilló con 26 puntos y 12 asistencias además de algunos pasajes de juego espectaculares.
Buddy Hield (14 puntos) falló el tiro sobre la bocina para haber ganado el partido.
El dominicano Chris Duarte aportó 2 rebotes en 6 minutos en unos Pacers (24-29) que han caído en once de sus últimos doce encuentros.
Los Lakers (25-28), poco fiables en los finales apretados, perdieron contra Indiana en noviembre un partido por un triple en el último segundo de Andrew Nembhard pero en esta ocasión la moneda cayó de cara para los de púrpura y oro.
PACERS IMPRESIONAN, LAKERS REMONTAN
Con la alegría de ver de nuevo a Haliburton en su quinteto inicial, los Pacers bordaron un arranque fantástico.
Especialmente desde el triple, con un imponente 7 de 13, Indiana zarandeó a los Lakers y llegó a tener un +12 antes de que terminara el primer cuarto.
Haliburton sumó 11 puntos en el primer periodo, los mismos que un activo Davis en los visitantes.
LeBron tuvo un inicio discreto (3 puntos) y lo notaron los angelinos (35-30).
El show de Haliburton continuó en el segundo periodo.
Las jugadas
Pases sin mirar, jugadas frenéticas, transiciones vertiginosas… El base comandó de maravilla -y con jugadas fabulosas- a unos Pacers que llegaron a ponerse con +15 después de un triple más adicional de Aaron Nesmith.
Un parcial de 0-8 para los Lakers, con LeBron y Davis poniendo toda la carne en el asador, dio ciertas esperanzas a los visitantes en el ecuador del cuarto, pero los Pacers se marcharon al descanso con un notable 67-54.
Los triples fueron decisivos en la primera parte: Indiana deslumbró con un 12 de 22 y a los Lakers les tembló la mano con un 2 de 8.
Los de Darvin Ham encararon la reanudación con energías renovadas y un prometedor parcial de 4-12.
Pero Haliburton, sacando incontables trucos de la chistera, volvió a colocar la ventaja local por encima de los 10 puntos.
Los fallos en algunos tiros fáciles, las pérdidas de balón y la falta de consistencia lastraban a unos Lakers que además sufrieron un mate descomunal de Isaiah Jackson tras rebote ofensivo antes de finalizar el cuarto (96-84).
La unidad
La segunda unidad angelina, con Thomas Bryant echando el resto, devolvió a los Lakers al partido.
Los Pacers perdieron toda la frescura en ataque y entraron muy rápido en el bonus, aunque los Lakers se mostraron muy fallones en los tiros libres (8 de 16 en el último cuarto).
Con todo ello, los Lakers armaron una remontada de gran coraje y, con un triple de Patrick Beverley y otro de LeBron, se pusieron por primera vez por delante (106-108 con 2.35 por jugarse).
En un toma y daca constante hasta el final con los equipos alternándose en el marcador, Davis se lució con una canasta en ‘fade-away’ a 35 segundos (111-112) y después puso un enorme tapón a Haliburton.
Beverley falló dos tiros libres seguidos, pero Hield, con 6.1 segundos, fue atrapado en la esquina y los Lakers se llevaron un triunfo muy luchado y competido.
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