Todos los sistemas políticos sin importar la orientación ideológica son afectados por la presencia de la corrupción pública. Las naciones consideradas de primer mundo, es decir desarrolladas y las tercer mundistas, las no desarrolladas son víctimas también de la malversación de los dineros públicos desde la estructura que conforman el Estado.
Un particular caso de nación desarrollada en lo institucional lo es los Estados Unidos en la que se producen actos de corrupción en los gobiernos desde el federal, estatal hasta el municipal. No hay sistema politico es perfecto.
Pero cuando los casos son ventilados por ante la justicia y los involucrados son declarados culpables se enfrentan a las penalidades como el de ir a prisión, confiscación de bienes económicos, expulsión de la vida pública y hasta la perdida pérdidas de privilegios como es el caso de una pensión en lo personal.
Un ejemplo reciente lo es el enfrentado por el exsenador federal de Nueva Jersey, Roberto-Bob-Menéndez quien luego de un largo juicio fue declarado culpable de recibir sobornos y se encuentra cumpliendo una condena de más de diez años de prisión al igual que su esposa Nadine Menéndez que por complicidad recibió una penalidad de cuatro años en prisión.
Menéndez con una extensa carrera política de más de tres décadas una vez fuera de la prisión jamás podrá volver a ocupar un cargo público y muchos menos aspirar a una nueva posición política. La corrupción lo derrotó.
Diferente a los Estados Unidos, en el extremo opuesto figura un caso en especial que es la República Dominicana donde la corrupción pública se ha extendido en las diversas áreas que conforman el gobierno. Políticos y no políticos, pero con sólidas influencias en las esferas del poder han cometido y cometen actos de corrupción pública con regularidad.
En todos los partidos políticos que han gobernado desde el retorno a la democracia a partir de 1960 como el Reformista Social Cristiano (PRSC), Revolucionario Dominicano (PRD), de la Liberación Dominicana (PLD) y Revolucionario Moderno (PRM) este último en el poder han tenido que lidiar con sus propios casos de corrupción pública.
En la actualidad la sociedad dominicana ha sido estremecida una vez más con un alegado mega-acto de corrupción pública que afecta al Servicio Nacional de Salud (Senasa) por un valor de unos 100 mil millones de pesos dominicanos, es decir en promedio mil 666 millones de dólares en servicios médicos que la población nunca recibió.
También, el de la exdiputada del PRM por la provincia de La Vega, Rosa Amalia Pilarte que luego de un extenso proceso judicial fue declara culpable de lavar más de 4 mil millones de pesos dominicanos (67 millones de dólares) provenientes del narcotráfico.
Amalia Pilarte a quien también le confiscaron 13 propiedades adquiridas con el llamado dinero sucio cumple una condena de cinco años en prisión, pero con la posibilidad de retornar a la vida pública debido a que no hay una ley que se lo prohíba. Que debilidad, la de la justicia en nación dominicana; lo correcto es que jamás pueda regresar al ejercicio de la política y mucho menos ocupar una posición pública.
Otros casos que aun gravitan en la sociedad dominicana son el de Juan Alexis Medina Sánchez, hermano y Maxy Montilla, cuñado del ex presidente dominicano Danilo Medina Sánchez (2012-2020) y la del exprocurador de justica Jean Alain Rodríguez, acusados todos y procesados de cometer actos de corrupción pública.
Tanto Alexis Medina, Montilla y Rodríguez se espera que una vez le dicten las sentencias a los pocos meses recuperen la libertad, debido a que les serán reducidos los meses y años por haber permanecido bajo arresto domiciliario. Que buenos seria para todos los detenidos cumplir la condena en sus casas.
Medina Sánchez fue condenado a siete años de prisión, pero tiene más de la mitad de la pena en detención domiciliaria que le será reducida de la pena original. Es condena muchos las consideran una burla a la justicia dominicana. Es decir, fue condenado, pero no irá prisión.
Mientras que Montilla podría no ir a prisión debido a que ha llegado a un acuerdo con la justicia para testificar en contra del acusado al igual que el de fraude al sistema eléctrico de la nación dominicana.
Jean Alain Rodríguez quien enfrenta una acusación de corrupción administrativa cuando estuvo al frente de la Procuraduría de Justica (2016-2020) a partir del 22 de agosto se espera que tampoco pueda ir a prisión. Así funciona la justicia en nación dominicana cuando los acusados pueden pagarse con el dinero del delito a los mejores abogados para su defensa.
Mientras no se endurezcan las penas y las consecuencias sean mayores bajo las leyes, políticos y no políticos continuarán cometiendo dolosos actos de corrupción pública al saber que al fin de cuentas serán premiados por el sistema judicial.
Sin embargo, la sociedad dominicana se mantiene a la expectativa de los que cometan actos de corrupción pública sean castigados con todo el peso de las leyes, porqué el poder de los corruptos no debe estar por encima del poder de la justicia.
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