
El 31 de Agosto del año 1965, el gobierno constitucionalista encabezado por el Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó y los máximos dirigentes de los sectores que se le oponían en el plano interno, firmaron el acta institucional y el acta de reconciliación que ponía fin al conflicto armado iniciado el 24 de Abril que procuraba el retorno sin elecciones del Prof. Juan Bosch a la presidencia de la República quien había sido derrocado por un golpe de estado el 25 de Septiembre del año 1963.
 El día tres de Septiembre el Coronel Caamaño pronunció un discurso ante miles de sus partidarios en la parte frontal de la fortaleza Ozama de Santo Domingo en el cual informó el final de su gobierno revolucionario retornándole al pueblo el poder que de él había recibido, ese mismo día una gran cantidad de estudiantes del Liceo Ercilia Pepín, de la escuela Manuel María Castillo y la Escuela Padre Brea conjuntamente con un grupo de profesionales, técnicos, obreros, sindicalistas y gente humilde del pueblo, nos concentramos en la calle Castillo frente al Liceo Ercilia Pepín partiendo a las 10:00 A.M en diferentes medios de transportes rumbo a Santo Domingo a encontrar la caravana de Vehículos que traía de regreso a los constitucionalistas Francomacorisanos que en diferentes fechas se habían integrado a los comandos y a las academias militares constitucionalistas.
El día tres de Septiembre el Coronel Caamaño pronunció un discurso ante miles de sus partidarios en la parte frontal de la fortaleza Ozama de Santo Domingo en el cual informó el final de su gobierno revolucionario retornándole al pueblo el poder que de él había recibido, ese mismo día una gran cantidad de estudiantes del Liceo Ercilia Pepín, de la escuela Manuel María Castillo y la Escuela Padre Brea conjuntamente con un grupo de profesionales, técnicos, obreros, sindicalistas y gente humilde del pueblo, nos concentramos en la calle Castillo frente al Liceo Ercilia Pepín partiendo a las 10:00 A.M en diferentes medios de transportes rumbo a Santo Domingo a encontrar la caravana de Vehículos que traía de regreso a los constitucionalistas Francomacorisanos que en diferentes fechas se habían integrado a los comandos y a las academias militares constitucionalistas.
La camioneta Toyota de color Rojo en la cual me transportaba, llena estudiantes de diferentes edades a consecuencia de fallas mecánicas solamente pudo desplazarse hasta el cruce de piedra Blanca, el conductor de aquella recordada camioneta optó por regresar a San Francisco de Macorís y a eso de la 4: 00 P.M, cuando nos desmontamos en la Castillo con 27 de Febrero, una extraordinaria concentración de personas abarrotaba el parque Duarte y sus alrededores esperando la llegada de los Constitucionalistas, muchos de los participantes en aquella manifestación entonaban las notas del Himno nacional pero sobresalía un gran estruendo de las masas presentes que no paraban de gritar “ Santo Domingo y Vietnam unidos vencerán, y con bazuca y escopeta a Caamaño se respeta”.
El tiempo de aquella tarde calurosa de verano en el parque Duarte transcurría sin novedad, no obstante a eso de las 6:30 P.M, ya cayendo la tarde, un reducido grupo de incontrolables y desaprensivos lanzaron algunas piedras a tres Policías que caminaban por la acera de la calle 27 de Febrero de Este a Oeste, los uniformados se vieron en la obligación de acelerar la marcha y penetrar a toda prisa en el interior del viejo recinto Policial.
Aproximadamente a los cinco minutos de haber ocurrido aquella trifulca, San Francisco de Macorís se estremecía con el potente sonido de los cientos de disparos que salían de aquella ametralladora 50 colocada en la azotea del viejo cuartel de la Policía, la multitud se dispersó, el parque Duarte quedó solo y al día siguiente cuando me dirigía a la Escuela Manuel María Castillo a recibir docencia, pude observar que en las viviendas y en las oficinas ubicadas donde hoy está el moderno edificio de la Asociación Duarte de Ahorros y Préstamos, las perforaciones por el impacto de las balas eran indescriptibles.
Transcurrieron 47 años sin poder conocer la verdad sobre el porqué los constitucionalistas Francomacorisanos no pudieron regresar juntos, resulta que en el año 2012 el Lic. Ángel Lockward, dictó una conferencia en el salón de actos del ayuntamiento municipal sobre el papel de los guardias ranas en la revolución de abril, mi buen amigo, ex-constitucionalista, ex – mayordomo del Ayuntamiento Francisco González ( Papi), me informó después de concluir aquella importante conferencia, que independientemente de la unidad, del valor, del arrojo y la gallardía de los Francomacorisanos en aquella gesta gloriosa, no hubo una buena organización en Santo Domingo para su regreso a San Francisco de Macorís, me dijo además, que el conductor de una carro Chevrolet Impala de color negro que se dirigía de San Francisco de Macorís a Santo Domingo, iba parando los carros y camionetas que venían de Santo Domingo a San Francisco, sugiriéndoles que se abstuvieran de llegar a San Francisco porque la ciudad estaba encendida en llama y que la policía nacional estaba ametrallando al pueblo, Papi me confesó que él y tres de sus compañeros cruzaron de Ranchito a la Vega durmiendo en la casa de un amigo suyo y que fue en horas de la tarde del día siguiente que pudieron regresar a las casas de sus familiares.
 
                                 
			




 
                    


 
							


 
							
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