Maquiavelo en su obra El Príncipe, recorre las estrategias que debe llevar a cabo cualquiera que aspire o llegue al poder para su permanencia.
Una obra que recorre el realismo político a través de la historia destacando los fallos cometidos por los antecesores a la corona. En su obra, desglosa las estrategias a seguir para evitar los fracasos de otros y garantizar la perpetuidad en el poder. La figura de Cesar Borgia será su referente ante sus conquistas alcanzadas.
Maquiavelo destaca que la condición humana está diseñada para la maldad, desear y controlar el poder; por tanto, no importa como lo logremos, si somos crueles, perversos, asesinos, saltemos las leyes, produzcamos guerras…. Nada de eso importa siempre que alcancemos el fin que deseamos. Manual que servirá de guía para muchos principados o políticos.
Las figuras políticas que durante décadas han gobernado el país utilizando a los ciudadanos como medio para alcanzar su existo sin importar quien halla que dejarle sin techo, comida, vestimenta, salud, educación e hipotecar el presupuesto de las generaciones futuras; etc. O que se tenga que recurrir a la falacia, el clientelismo, lo inmoral y simular ser bueno; no importa si se llega al fin último, que no es más que el poder; Maquiavelo sustentaría: “el fin justifica los medios”.
La pandemia del Covid-19 ha puesto al mundo de rodillas sin encontrar una solución a esta situación. Dándole libertad al gobierno para utilizar las arcas del Estado sin control en beneficio de su candidato. Una aceptación construida desde las bases de la pobreza; siendo utilizada como medio para socavar la fragilidad de la condición humana en los sectores vulnerables.
Al estado se le olvidó y no calculó que hay un despertar ciudadano, comprendiendo que no son medios para dilapidar los recursos, jugar con la dignidad humana, justificar compras ilegales y sobreevaluadas, enriquecer a unos cuantos, comprar la reelección, diseñar una justicia a su medida, sobornos, nominas paralelas, abuso de poder para atacar jóvenes que protestaban en la Plaza de la Bandera (derecho que es legítimo) o políticos ostentando lujos que no pueden justificar.
La ciudadanía comprendió que no son un medio para perpetuarse en el poder, hoy estamos despierto, demandado cambio en la estructura del estado. Un cambio que dignifiquen esos rostros de la pobreza en los sectores olvidados, negándoles el derecho de salir de la miseria.
Hoy somos un fin que quiere justicia de los recursos robados, que aspira a un sistema de justica independiente, mayor seguridad ciudadana, leyes que sean justas y se respeten para todos, se proteja la diversidad que habita en la naturaleza y su preservación, funcionarios capaces, hospitales dignos y la formación de sus ciudadanos empoderados de sus derechos y deberes.
El filósofo francés Rousseau nos hace comprender que no somos medio en la política y nos sitúa en el centro, como fin último que aspira a la felicidad y ustedes los gobernantes tienen el deber de proporcionar esos medios a los individuos, buscando un fin que sea común para todo, que no es más que el del estado del bienestar social.
El cambio que se aproxima con los nuevos gobernantes y que tienen el deber de administrar los fondos públicos, le recordamos que estamos vigilantes; “los Wua Wua Wua y los Popis”, porque no nos importa quien gobierne, sino como gobernaran, aspiramos a un estado de derecho. El candidato que salga electo en los próximos comicios que parta de la premisa que todos queremos vivir en un país más viable y posible para todos, UN CAMBIO REAL.
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Atentamente,
M. A. Yamiri Matías de Cabral