Rosa Iris Cruz, quien por muchos años laboró en su salón de belleza situado en la calle Padre Brea (entre Castillo y Salomé Ureña), relata desde Estados Unidos que consumiendo ajo, cebolla, miel de abeja y limón ha evitado padecer del Covid-19, pese a que siete personas que conviven con ella sí contrajeron la enfermedad.
“Yo preparo el jarabe natural hecho a base de ajo, cebolla, limón y miel de abeja y gracias a Dios no he sentido ningun sintoma del covid-19. Vivo con otras siete personas es decir somos ocho en la casa y he sido la única que no he tenido el virus; las demás lo contrajeron. Afortunadamente están mejorando, pero dos de ellas se vieron graves; tosen mucho y tuvieron como tres meses con mucha tos”.
Rosa Iris reside en Waltham, Massachusetts Boston. “Yo echo cinco libras de cebolla, cuatro libras de ajo, exprimo 20 limones y una botella de miel de abeja, no le pongo agua para que el jarabe sea bien puro. Me tomo dos cucharadas por la mañana y dos por la noche”, explica.
Afirma que “la doctora me ha felicitado porque tengo un sistema inmunológico fuerte y de verdad que ese jarabe natural me ha ayudado bastante. Yo comencé a prepararlo desde el principio la pandemia y en las dos veces que me he hecho la prueba he salido bien; además mantengo el lavado de manos, el uso de la mascarilla y el distanciamiento social”.
Las autoridades de Salud y médicos especialistas aconsejan a que cada persona actúe con responsabilidad, en cuanto a mantener las medidas preventivas como distanciamiento social, usar mascarilla y lavarse las manos de manera contínua.
El doctor José Joaquín Puello, por su parte, afirma que “el covid-19 llegó para quedarse, todavía no ha alcanzado el pico en el país, tiene predilección por los pulmones y afecta el corazón, el cerebro, la médula, el hígado y los intestinos. El contacto físico es la causa principal del contagio de la enfermedad”.
Los síntomas del covid-19 son pérdida del olfato, pérdida del sabor de los alimentos, fiebre alta y dolores articulares. La pandemia del coronavirus apareció en la ciudad china de Wuhan y comenzó a expandirse por el mundo el 31 de diciembre del 2019. Aún no se ha hallado una vacuna por lo que cada persona tiene que evitar contagiarse practicando las medidas de higiene que recomiendan los médicos especialistas y las autoridades de salud como son el lavado frecuente de manos, distanciamiento social y el uso de mascarilla.