Al haberse declarado pandemia por COVID-19, en República Dominicana en el pasado marzo ha causado impactos en todos los ámbitos. La educación ha sido uno de los sectores más afectados, 165 millones de niños y jóvenes de América Latina y el Caribe han sido afectados por los cierres totales o parciales de sus escuelas. Lo que ha generado una situación sin precedentes, los sistemas educativos y las escuelas han tenido que ajustar sus procesos de enseñanza a fin que la mayor cantidad de alumnos puedan continuar aprendiendo desde sus casas.
El desafío mayor lo han tenido los docentes, pues han tenido que empoderarse y rápidamente comenzaron a capacitarse unos con más facilidad que otros pues habían tenido la oportunidad de trabajar y aprender la tecnología. La mayoría tuvo más dificultad, pero aun así lograron finalizar el año escolar desde sus casas.
Hoy en todo el mundo, más de 1.500 millones de estudiantes están fuera de la escuela por la pandemia, según La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
La enseñanza online, con implantación diferencial por tipo de centros y regiones, sustituye en este período a la enseñanza presencial en los centros escolares. Este modelo educativo telemático incrementa la desigualdad de oportunidades educativas, pues pone de manifiesto las carencias materiales de aparatos electrónicos en los hogares más desfavorecidos, en los de menores ingresos recursos, en los hogares monoparentales, con padres de estudios secundarios obligatorios o menos (padre y madre, o sólo uno de ellos), en los alumnos de centros públicos y los que vive en lugares apartados, donde no haya energía eléctrico o donde no tengan internet. Tanto los alumnos como sus familias, están afectados negativamente por el cierre de los centros educativos. La mayoría de ellos, lo está aún más por sus condiciones personales y familiares.
No se estaba preparado para una disrupción así, algunos países lo estaban más que otros, probablemente en parte, porque ya habían pasado por circunstancias parecidas anteriormente. En China, o Corea, el cierre de las escuelas no ha implicado parar los aprendizajes, en otros sí, afectando particularmente a los estudiantes más vulnerables y ampliando así las brechas ya existentes. La desigualdad es generalizada y aumenta con la edad, escolaridad, y se manifiesta en las habilidades básicas, sociales, motivacionales y las aspiraciones educativas y profesionales de los jóvenes.
La educación virtual o en línea es la acción que busca propiciar espacios de formación, apoyados en las TIC, para las nuevas formas de enseñar y de aprender en una modalidad educativa en la que no es necesario que el cuerpo, el tiempo y el espacio se conjuguen sincrónicamente para lograr establecer un encuentro de diálogo de aprendizaje o experiencias.
El COVID-19 es una enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha
descubierto más recientemente. Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019.
Datos oficiales de la Organización Mundial de la Salud plantean que, al cierre del 19 de abril, el coronavirus se había comportado de forma letal en todo el mundo, con cifras de contagios y letalidad alarmantes.
DESARROLLO
La tecnología en la educación fue una tendencia que hoy es realidad, la adaptabilidad hacia las TICs en la educación podría convertirse en controversia ya que los miembros de la sociedad educativa, en tiempos de aislamiento, no están preparadas para comprenderla, menos para aceptarla en su gran mayoría, y resulta un gran desafío para los docentes sacarle el mejor provecho.
Esta práctica docente en tiempos de aislamiento se ha visto modificada por la virtualidad. La adaptación involucra a los estudiantes, familias y sobre todo el de las instituciones educativas. Estas posturas están siendo cuestionadas por la comunidad educativa pues el acceso al internet, obtención, posesión y uso de los aparatos electrónicos por la mayoría de estudiantes es costoso.
Según Fernández y Valverde-Berrocoso (2014), el aprendizaje colaborativo en un entorno virtual proporciona oportunidades para el desarrollo de habilidades sociales y comunicativas, actitudes positivas hacia las personas, cohesión grupal y construcción de relaciones sociales.
Sánchez (2000) y Corrales (2009) definen las Tecnologías de información y comunicación (TIC) como herramientas computacionales e informáticas que permiten procesar, recopilar, resumir, recuperar y presentar información de diversas formas,
y necesidades de los usuarios. Es decir, son el conjunto de técnicas para administrar la información, principalmente considerando el uso de dispositivos tecnológicos y programas para obtener, guardar, generar y transmitir información.
Los docentes tienen el desafío y son los llamados a analizar, si es pertinente el uso del trabajo colaborativo virtual con las dificultades actuales, estudiantes sin acceso a internet, sin aparatos electrónicos que soporten la carga de estudios y la resistencia de muchos docentes a los cambios de hábitos académicos, sobre todo cuando se trate de las evaluaciones, pues tienen que evaluar a decenas de estudiantes, a veces con dificultad de no poderlo monitorear cómo se debe los procesos de aprendizaje y se complica en cierto modo el acompañamiento a los docentes.
Existen diferentes metodologías a aplicar por el docente y de las cuales debe empoderarse para obtener resultados extraordinarios en la enseñanza-aprendizaje de sus alumnos.
Alcoba (2012) propone la existencia de 25 métodos diferentes a aplicar en el aula de clases (Clase magistral; Estudio de casos; Simulación; Proyectos; Seminario; Juego de roles; Debate, mesa redonda o coloquio; Aprendizaje basado en problemas; Ejercicios y problemas; Tutorías, Brainstorming; Prácticas; Trabajo de grupo; Investigación; Estudio Independiente; Trabajos o ensayos independientes; Vídeos o Técnicas Audiovisuales; Dinámicas de Conceptuales; Método de Dilemas Morales y ejercicios de clarificación de valores). Todo va a depender del grado de responsabilidad y empoderamiento que tenga el docente.
Es importante resaltar que no todos los estudiantes van a aprender de igual forma con las mismas metodologías, ahí el docente tiene otro desafío, de saber con cual puede evaluar a cada alumno, pues podría cometer la injusticia de calificar un estudiante como bajo rendimiento, cuando en realidad no ha aplicado la metodología correcta para su forma de aprendizaje. Pues cada alumno es diferente y por lo tanto debemos usar diferentes medios de evaluación para tener una justa apreciación de su alumno.
Existen ventajas y desventajas del uso de las tecnologías, tanto en los docentes, como en los estudiantes (Alcoba, 2012).
Ventajas para el docente:
- El docente puede tener acceso a muchas fuentes de información, como artículos, tesis o similares.
- Se puede dar clases sin un espacio físico específico, lo cual es adecuado para el uso del tiempo y espacio en diferentes momentos del estudiante o docente.
- Permite que se puedan escuchar y atender las dudas del estudiante, debido a que se maneja un registro de la información a través de los medios digitales.
- El proceso de evaluación es más rápido, ya que se pueden recibir los resultados de manera más directa y cuantificarlos rápidamente.
- Es fácil de validar y evaluar la efectividad de las actividades y metodologías aplicadas, para mejorarlas y aplicarlas nuevamente.
- Permite mantener comunicación fluida entre los estudiantes y docentes, gracias a los medios digitales y la inmediatez que representan.
- Utiliza recursos digitales, por lo que aporta al cuidado del medio ambiente. Al minimizar la impresión y el uso de materiales innecesarios.
- Permite tener acceso rápido a la información más importante, se puede organizar en el computador o en el ciberespacio la información más relevante sobre un tema de interés.
Desventajas para el docente:
- Exige mayor trabajo, tiempo y preparación para el desarrollo de las clases, dada la naturaleza de la herramienta con la que se trabaja.
- La existencia de mucha información, exige que los profesores dediquen tiempo en analizar su pertinencia y concluir que no tienen errores.
- Las fallas técnicas pueden dificultar el proceso de aprendizaje o incluso detener la clase.
Ventajas para el estudiante:
- El estudiante tiene múltiples medios conseguir información para acceder a la información en tiempo real.
- Los estudiantes pueden aprender en menos tiempo, en comparación con el aprendizaje tradicional.
- El trabajo es más motivador, debido a la naturaleza interesante de la tecnología.
- Hace que el proceso de enseñanza y aprendizaje se desarrolle en base a las habilidades y cualidades individuales de cada estudiante.
- Existe una mayor cercanía con el docente, debido a la inmediatez del medio.
- El acceso a materiales es inmediato.
- Invita a la colaboración entre estudiantes.
- Desarrolla la habilidad de búsqueda y selección de información, de acuerdo a las necesidades y requerimientos.
Desventajas para el estudiante:
- Tanta información tiende a ser una distracción para el estudiante.
- Da lugar a que estudiantes se aprovechen del aprendizaje colaborativo, y no trabajen.
- El acceso a muchas distracciones, es conocidos por todos que cuando un estudiante está trabajando, lo haga estando conectado a diferentes redes sociales.
- El acceder a mucha información, el material se presta para el plagio en el desarrollo de la actividad.
En situaciones donde las personas están bajo condiciones de estrés, cuando las habilidades transversales como la resiliencia, la adaptabilidad, la capacidad de aprendizaje, la empatía y la solidaridad son necesarias y pueden marcar la diferencia. Es precisamente en este momento donde el docente tiene más desafíos y debe empoderarse. Pues aquí los estudiantes, los maestros y las familias necesitan hacer todo a distancia, no se puede tener interacciones sociales, nos damos cuenta de cuántas personas realmente están luchando porque no tienen las habilidades necesarias para navegar un mundo digital.
Se le debe brindar un espacio para aportar ideas concretas sobre cómo debería ser un buen modelo de respuesta a la crisis; qué herramientas educativas y de apoyo al “sistema operativo” de niños, jóvenes y adultos se pueden utilizar durante la pandemia; cómo aumentar la motivación de los estudiantes que están trabajando remoto o en línea para reducir el ausentismo; qué pueden aportar los programas de deportes y música a la salud física y mental; o qué herramientas pueden ayudar a prevenir la violencia de género durante el confinamiento en contextos vulnerables.
Hoy esta crisis brinda una oportunidad; ha venido a evidenciar la profunda transformación que necesitan los sistemas educativos. Hay que empezar de cero, maestros, padres, estudiantes, y entre todos tenemos que colaborar para mantener abiertas las escuelas incluso en periodos como este: no los edificios físicos, sino el proyecto educativo ciencias. Lo que suceda ahora va a redefinir un mundo que ya, y probablemente era necesario. Lamentablemente, hay cosas que no se podrán hacer durante esta crisis para llevar la educación a los más vulnerables. Pero si hay que asegurarse de estar listos para la próxima.
En la sociedad actual, la significación de las TIC para mejorar la calidad y el rendimiento educativo, no viene exclusivamente determinado por su presencia, sino también por diferentes transformaciones que implican pasar de utilizarlas únicamente como una forma de consumir conocimientos, a verlas como herramientas para enriquecerlos, crearlos y generarlos. Desde esta perspectiva, la inversión en desarrollo profesional es más importante que la inversión en recursos asociados a la tecnología.
Estos procesos de enseñanza / aprendizaje que tienen lugar en entornos virtuales ponen tanto a docentes como estudiantes, frente a nuevos desafíos y a una revisión de las formas de enseñar, aprender y evaluar. La enseñanza a través de la virtualidad requiere exponer y explicar conceptos en forma clara, proponer la realización de prácticas de aprendizaje que promuevan la participación, promover conversaciones, dar indicaciones sobre cómo abordar la bibliografía, evaluar tareas que exijan la construcción de una respuesta elaborada. Sin embargo, el escaso tiempo que se ha tenido en este tiempo de pandemia para “virtualizar” los contenidos, prácticas de aprendizaje, diálogo y el ambiente de la clase, llevan a tener cuidado en la puesta en marcha de esta modalidad de enseñanza a través de soportes digitales.
CONCLUSIÓN
Con este nuevo desafío, frente a la pandemia por el coronavirus (COVID-19), queda evidenciado, que si bien es cierto que hay docentes que vienen incorporando el uso de tecnología en sus aulas desde ya hace un tiempo, y que tienen incorporada la transición de lo presencial a lo virtual, no todos estaban preparados digitalmente para hacerle frente a esta nueva forma de enseñanza/aprendizaje; este será sin duda un momento para desaprender, aprender y reaprender.
Los docentes deberán utilizar nuevas herramientas y adaptar contenidos para que los alumnos puedan aprender a través de múltiples medios y formatos, por lo tanto, debe dársele todo el apoyo y la formación que necesitan para fomentar los aprendizajes y entornos saludables y seguros para sus estudiantes.
No se podrán dejar solos a los docentes, es un compromiso de las instituciones responsables y de los gobiernos, los que no están calificados totalmente en las tecnologías hay que formarlos, pues estos serán importantes para mantener los aprendizajes de los alumnos y minimizar los impactos negativos del cierre de las escuelas, especialmente en los más vulnerables.
Estos deberán empoderarse, utilizar nuevas herramientas y adaptar contenidos para que sus estudiantes puedan aprender a través de múltiples medios y formatos, para promover los aprendizajes, entornos saludables y seguros para sus estudiantes.
De esta nueva realidad que está viviendo el mundo y sobre todo la educación los docentes tendrán nuevos desafíos y empoderamientos, como es el manejar experiencias en modalidades presenciales y remotas, sincrónicas y asincrónicas;
Su rol principal se centrará en facilitar información y brindar apoyo a los Estudiantes.
Esta pandemia nos brinda un nuevo desafío, viene a poner en evidencia la necesidad de transformación en los sistemas educativos. Se debe empezar de cero, tanto los maestros, los padres, los estudiantes, y todos tenemos que colaborar para mantener abiertas las escuelas y universidades.
El coronavirus nos presenta una oportunidad de cambiar de paradigmas y poder comprender que: el aprendizaje es, puede ser, y debe ser todos los días del año; La tecnología nos ofrecer un aprendizaje personalizado; Podemos y debemos trabajar de manera interdisciplinaria con diferentes materias, contenidos y edades.
Podemos enseñanza a nivel internacional (blogs, Skype, zoom)
Nos permite un aprendizaje móvil a través de celulares, tabletas, (m-learning), la tecnología nos acerca a: Educación Online (MOOC- Massive Open Online Course). Hoy se puede decir que no aprende quien no quiere. A través de los MOOC, que son cursos masivos online y gratuitos, podemos acceder al tipo de capacitación que deseemos desde dónde sea. Los alumnos aprenden lo que quieren, cuando quieren, cómo quieren y desde dónde quieren, por medio de celulares; a través de videojuegos Realidad virtual, entre otros.
Lo que suceda de ahora en adelante probablemente redefinirá un mundo que ya no va a volver, y seguramente era necesario. Lamentablemente, habrá cosas que no se podrán hacer en esta pandemia sobre todo para los más vulnerables, pero debemos prepararnos y estar seguros de estar listos por si se presenta nueva vez.
REFERENCIAS
- ALCOBA, J. (2010). Los métodos de enseñanza en la estrategia docente de las Instituciones de Educación Superior. Un estudio sobre Escuelas de Negocios. Sevilla: Universidad Pablo de Olavide
- Adell, J. (2018). Más allá del instrumentalismo en tecnología educativa. En J. Gimeno Sacristán (Ed.), Cambiar los contenidos, cambiar la educación. Morata
- Aragay, X. (2017). Reimaginando la educación. 21 claves para transformar la escuela. aidós Educación.
- Área-Moreira, M., Hernández-Rivero, V. y Sosa-Alonso, J. J. (2016). Modelos de integración didáctica de las TIC en el aula. Comunicar, 47(24), 79-87. https://doi.org/10.3916/C47-2016-08.
- Belavi, G. y Murillo, F. J. (2016). Educación, democracia y justicia social. Revista Internacional de Educación para la Justicia Social, 5(1), 13-34.
- Fernández Sánchez, María & Valverde-Berrocoso, Jesús. (2014). Comunidad de Práctica: un modelo de intervención desde el aprendizaje colaborativo en entornos virtuales. Comunicar. XXI. 97-105.
- Fernández Sánchez, María & Valverde-Berrocoso, Jesús. (2014). Comunidad de Práctica: un modelo de intervención desde el aprendizaje colaborativo en entornos virtuales. Comunicar. XXI. 97-105.
- García Chitiva, María & Suárez-Guerrero, C. (2018). VISUALIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN SOBRE APRENDIZAJE COLABORATIVO EN ENTORNOS VIRTUALES. 10.21001/edutec.2018.
- Las TIC y la formación inicial de los docentes. Modelos y competencias digitales Julio Cabero Almenara, Almudena Martínez Gimeno