La nueva normalidad que impone la pandemia del coronavirus o Covid-19 obliga a estimular la creatividad y la adaptación a formas de vida muy diferentes a la que nos fue habitual.
La pandemia crea una crisis generalizada que impacta de manera negativa la vida social y la actividad laboral que halla una solución parcial en la virtualidad (realización de procesos a distancia por medio de dispositivos electrónicos) que deseamos que comience a reducirse su uso a partir de que se cuente con una vacuna.
El impacto negativo del virus en la vida social y laboral obliga a la distancia física de persona a persona, es decir, evitar las actividades presenciales como una de las normas para frenar el contagio.
Así, la nueva normalidad significa crisis sanitaria y crisis económica, ya que la mayoría de la población que tenía actividades productivas se concentraba en espacios laborales u oficinas, de esparcimiento o diversión, salas de enseñanzas escolares, técnicas y universitarias, que ahora no puede hacerlo.
Eliminadas o restringidas las maneras de como vivía la gente antes de la pandemia, implica esfuerzos heroicos para el grueso de la población. La generación de ingresos económicos para quienes dependen del día a día es y será tarea que reclamar imaginación y templanza.
La situación es comparable, por ejemplo, a aquellos tiempos en que el tractor sustituyó el arado, el transporte automotor desplazó las recuas de animales, con la diferencia de que esos reemplazos fueron procesos lentos e inclusivos, mientras que la pandemia ha impuesto cambios a gran velocidad y excluyentes.
Esa velocidad forzó la interrupción del año escolar 2019-2020 y pone en incertidumbre el inicio del siguiente año lectivo, en razón de que para comenzar el lunes 2 de noviembre como se había anunciado, ahora el mismo ministro de Educación dice que no hay tiempo para preparar las condiciones que incluyen la entrega de computadoras a estudiantes y profesores.
Si grande ha sido la brecha tecnológica entre los sectores sociales élites que la disfrutan y las masas que no la alcanzan, más se ensanchará durante el tiempo que se prolongue la virtualidad. Esta es excluyente porque muchísimos tipos de actividades productivas no pueden realizarse de forma virtual.
Sin embargo, apostamos a que los procesos que se realizan de manera virtual en estos momentos, correspondan a una etapa provisional y de ensayo preparatorio a un futuro mejor para todos.
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