Al mirar nuestra historia de las últimas cuatro décadas, vemos los grandes cambios en el poder.
Los políticos juegan en este campo, manipulando al pueblo, combinando los tres poderes, las armas, el dinero y el conocimiento.
A veces un partido tiene más de uno que de otro. Durante muchos años, predominó el poder de las armas, sobre el dinero y el conocimiento. Pero, el dinero y el conocimiento se han ido imponiendo sobre las armas.
En la época de Los doce años, el Presidente, con gran astucia , le hacía creer a sus adversarios, que los militares eran su fuente de poder y que con ellos, se imponía en las elecciones, pero eso no era verdad.
Su fuente principal de poder era el dinero. Lo usaba de manera clandestina, especialmente en las elecciones . Una semana antes de las votaciones , enviaba mucho dinero a las provincias. Lo distribuía a escondidas.
Mientras; los líderes de la oposición, confiaban en la ideología y el conocimiento, como el poder principal para ganar las elecciones. Competían entre sí, haciendo grandes concentraciones de masas. Días después perdían las elecciones.
En 1978, la oposición, descubre el truco electoral del Presidente, acude a sus amigos internacionales en busca de dinero, lo distribuye clandestinamente en las elecciones y las gana. Por primera vez el dinero, le gana a las armas. Fue una gran revolución electoral sin sangre.
Muchos militares fueron puestos en retiros. El pueblo celebró en grande. A partir de entonces, solo se ganaría las elecciones con dinero. Desde ese año, se inicia la desesperación de los políticos por la acumulación de dinero, para retener el poder.
En el año 1996, se inicia un nuevo gobierno, justo cuando la ola de las computadoras y el internet iniciaba su impulso, que daría al conocimiento, un impulso, jamás visto en los miles de años de civilización del hombre.
Las fortunas de los políticos se hicieron inmensas. Los militares y el pueblo fueron prácticamente subyugados por los nuevos políticos y sus fortunas.
Desde el 2000 hasta ahora 2020, dos décadas ,hemos visto como el poder militar se ha reducido a un mínimo, mientras el poder del conocimiento tiene dos décadas en lucha denodada por desplazar el dinero del primer lugar.
En las recién pasadas elecciones, el partido de gobierno, se confundió. Como poseedor de las armas, el dinero, y el conocimiento, consideró que nadie podría destronarlo en las elecciones. No necesitaban a la clase media. Esta última , sin dinero, sin armas se ganó su indiferencia y su despreció.
El gobierno, con el monopolio de los tres poderes no vio, que en sus ocho años de mandato había nacido una nueva ola tecnológica, las redes sociales, YouTube, Instagram, Twiter, que le daban al conocimiento y especialmente a la clase media que las maneja con gran habilidad, un gran poder de influencia, donde el mayor costo es el talento.
Estas elecciones del 2020, han sido una gran revolución fría y silenciosa para el país, por primera vez, el conocimiento derrota, el poder de las armas y el poder del dinero.
La clase media, con las redes sociales en sus manos , acaba de ganar las elecciones. Es el empoderamiento de un nuevo grupo de poder, que por sus características, implica más transparencia, más honestidad y más bienestar y por lo tanto un golpe mortal a la corrupción.
Es un nuevo trabucazo de República Dominicana, en su incesante busqueda de su bienestar , ha logrado un escalón más en sus objetivos patrióticos.