El emprendedor es aquella persona que decide salir de su zona de confort, que decide convertir su idea en un proyecto concreto, ya sea una empresa con fines de lucro o una organización social, que está generando algún tipo de innovación y empleos, bajo condiciones de riesgo e incertidumbre y que normalmente, posee pensamiento Creativo.
Las universidades deberían hacer mayor énfasis en preparar a los estudiantes para que emprendan su propio negocio en vez de formarlo para emplearse en una empresa. También el Estado Dominicano tiene el compromiso de incentivar el emprendimiento con facilidades y oportunidades a jóvenes que no cuentan con los recursos financieros necesarios para iniciar el nuevo negocio.
Los emprendedores enfrentan muchas dificultades para iniciar su negocio. Altas tasas de intereses y plazos inadecuados, alta tasa de impuestos, dificultad de acceso a crédito bancario, escasa capacitación gerencial, poca cultura de innovación y tecnología, bajo nivel de cooperación inter-empresarial y alto costo de energía eléctrica.
Pese a los esfuerzos que ha hecho el Estado Dominicano con la creación de la Estrategia Nacional de Emprendimiento, la creación de los Centros Mipymes para dar asesoría a estos pequeños negocios, las capacitaciones que ofrece El Instituto Nacional de Formación Técnico profesional y la formalización de la empresa para convertirse en proveedores del Estado, no ha sido suficiente para que sobrevivan.
Así como el país incentiva la inversión extranjera, así mismo deberían haber grandes incentivos para los emprendedores locales y evitar que muchos de estos jóvenes talentosos vayan a otro país a desarrollar sus grandes ideas.
Para estos jóvenes emprendedores no es suficiente una buena idea, también es necesario un plan de negocios que demuestre la sostenibilidad y rentabilidad en el tiempo. A estos jóvenes les hace falta que se empoderen, se organicen y se capaciten.
Como consultor empresarial siento impotencia cuando veo que el sueño de estos jóvenes emprendedores termina en una frustración. Una idea que pudo mejorar la competitividad y desarrollo del país termina en una gran pérdida de tiempo y recurso financiero.
De igual modo un emprendedor se ve afectado de las tendencias económicas, monetarias, políticas, gubernamentales, sociales, demográficas, hábitos del cliente, perfil de la competencia, cambios tecnológicos, diseño del producto, mercadeo, ventas, distribución, recursos humanos y financieros.
Vamos todos a trabajar por una mejor cultura emprendedora comenzando por los jóvenes, las universidades y El Estado Dominicano.
El autor es asesor de la empresa de consultoría y capacitación REPSAP International, SRL. 809-583-7254, Santiago y todo el Cibao.www.repsapinternational.com, repsapinternational@gmail.com
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