El benchmarking es una herramienta de gestión empresarial que comenzó a utilizarse desde finales de los años ochenta en Estados Unidos. Su objetivo consiste en hacer una evaluación comparativa del desempeño de su empresa con respecto a los competidores que están reconocidos como líderes del mercado.
Es un proceso continuo de medición de datos sobre productos y servicios para investigar, identificar, comparar y aprender de las mejores prácticas de otras empresas, analizando ordenadamente el proceso que incide en el éxito de las mismas, aprendiendo de sus logros y aplicándolo en nuestros propios procesos de mejora.
Un ejemplo de Benchmarking es LEXUS, una marca de automóviles premium creada por Toyota en el año 1989 para competir, inicialmente en Estados Unidos y luego a nivel mundial, contra Mercedes-Benz, BMW y Audi. En los primeros años, Lexus vendía modelos de alta gama que se comercializaban como modelos Toyota en el mercado japonés, más tarde la marca comenzó a desarrollar modelos propios. Esta idea de Toyota es similar a la que aplicaron Honda al crear la Marca Acura y Nissan cuando fundó Infiniti.
Una MIPYME puede aplicar el Benchmarking en su negocio, solo es necesario investigar, identificar, comparar y aprender de las mejores prácticas de otras empresas, sean del mismo sector o no, identificando cuál de sus competidores es el mejor del sector, para comparar y medir las operaciones que lo conduzcan a un desempeño superior.
Cuando aplicamos el Benchmarking obtenemos ventajas como:
- Satisfacer a nuestros clientes a través de mejoras continuas en los productos y servicios que ofrecemos al mercado.
- Cuando queremos competir a un nivel de mayor exigencia en materia de calidad y servicio.
- Cuando se requiere un cambio importante en procesos clave o cuando el mercado está cambiando a un ritmo acelerado en productos o servicios que permitan alcanzar y sobrepasar las expectativas de los consumidores.
- Cuando necesitamos obtener información de alto valor en desarrollo tecnológico.
- Cuando la empresa está inmersa en la innovación e implementación de ajustes a sus procesos de producción o de servicio.
Antes de hacer cualquier cambio importante en su empresa, siempre es necesario hacer un Benchmarking interno y externo. El primero, compara lo que podemos efectuar dentro de la misma empresa, unidades de negocio o centros de beneficio, filiales o delegaciones. El Benchmarking externo compara los estándares de una empresa, con los de otras empresas competitivas.
Un Benchmarking es exitoso, cuando es respaldado por la alta gerencia de la empresa, se selecciona un equipo de trabajo correcto y realista en la formulación de objetivos. Además, cuando se desarrolla una amplia búsqueda de información dentro y fuera del sector, focalizarse en las mejores prácticas, no solamente en la comparación de datos, desarrollar un código de conducta que asegure el uso transparente y objetivo de la empresa.
Si su empresa no tiene una ventaja competitiva y quiere mantenerse por más tiempo en el mercado, entonces, es el momento ideal para hacer su Benchmarking.
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