En las últimas semanas, el tema del aborto y las tres causales circula en el diario vivir de todos los y las dominicanos. Este tema ha llegado para quedarse, piensen en el reclamo para una educación de mayor calidad de hace casi una década. Temas muy diferentes, pero que van de la mano. Siendo el bajo nivel de educación un indicador determinante en los altos índices de pobreza de la República Dominicana. Le suman la alta tasa de embarazo en nuestras adolescentes y tienen la fórmula para tristes realidades como son la violencia contra la mujer, el abandono de niños y niñas, la delincuencia, la informalidad laboral, etc.
En otras palabras, pasamos de una lucha de una supuesta ‘minoría’ a un tema que influye en la economía dominicana. Como educador, comparto algunas preguntas y posibles respuestas para iniciar la conversación sobre el aborto con sus hijos o con otros adultos en un ambiente cotidiano. Hablo de posibles respuestas porque nada es absoluto en el tiempo. Todos tenemos el don o capacidad de discernimiento. De ahí se traduce que cada persona debe y puede construir sus propias respuestas y tomar sus propias decisiones.
Pregunta #1. Soy cristiano, respeto la vida desde la concepción. No apoyo las tres causales. ¿Cómo le inculco esos valores a mis hijos?
Respuesta. Lo primero es que le felicito por enseñarle a sus hijos cultura y valores cristianos comúnmente aceptados en las sociedades occidentales. La responsabilidad, el respeto, el amor al prójimo, la honestidad…, son valores maravillosos. Recuerde que sus hijos aprenderán acorde a su ejemplo: de las palabras a los hechos. Buen trabajo hasta ahí. Lo que no está bien es decirle a sus hijos que las únicas personas que tienen la razón son los que piensen tal cual piensa usted o las que compartan la misma fe o creencias religiosas. ¿Por qué? Porque su hijo, en un mundo globalizado, no desarrollará el importante valor de la tolerancia. Sí, hay personas que piensan distinto a ti y eso está bien. Debemos respetar sus derechos a tomar sus propias decisiones y vivir su vida acorde a sus propios términos.
Pregunta #2. Mi pareja y mis hijos apoyan las tres causales, pero yo no porque creo que el aborto es pecado y eso está mal. ¿Podemos convivir en paz?
Respuesta. Sí, se puede vivir en paz y se puede pensar diferente. Conozco parejas exitosas que participan en partidos políticos diferentes y tienen creencias religiosas totalmente diferentes. No, su matrimonio no acabó por eso. Son familias felices y armoniosas. ¿Cómo lo logran? Cada miembro de la familia respeta el derecho de los demás a pensar de forma distinta al grupo. Muchos casos de rebeldía, particularmente en adolescentes y personas jóvenes, se debe a la falta de comunicación y comprensión. Sea abierto con sus hijos, hablen de sexo, hablen de drogas, hablen de alcohol. Sí, esos temas se tratan porque si usted no lo hace lo hará el vecino o alguien en la calle. Tome la iniciativa y cumpla con su rol como padre, madre, tutor, etc. Quítese el NO de la boca y explique detalladamente por qué usted piensa de una forma u otra. Existen profesionales, como educadores, orientadores, y psicólogos que le pueden ayudar en este proceso. Está bien pedir ayuda. Todos necesitamos una mano en algún punto.
Pregunta #3. Las mujeres creen que abortar es como ir al salón a cortarse el cabello. ¿Es que todas quieren abortar cuándo y cómo quieran?
Respuesta. No, la actual propuesta no contempla el aborto libre. Es decir, las mujeres solo podrán abortar en tres condiciones específicas y claramente definidas: Embarazo producto de una violación o incesto, el feto tiene deformaciones y científicamente es incompatible con la vida fuera del vientre, y peligra la vida de la madre. Es decir, estas tres causas (o comúnmente llamadas ‘causales’) son las que, bajo el marco de la ley, permitirían el acceso a un aborto seguro y que respete la integridad física y moral de la mujer. Esto se trata de un tema de respeto a la vida de la mujer, justicia, y acceso a la salud. Todo esto consagrado en la Constitución Dominicana. El aborto continuará practicándose de manera clandestina y nuestras mujeres continuarán muriendo o quedando estériles al pasar por un proceso traumático.
Pregunta #4. Soy una mujer y defiendo el derecho de las mujeres a tener un aborto seguro. Yo apoyo dos (2) de las tres (3) causales. ¿Por qué hay hombres opinando si ellos no son los que se embarazan?
Respuesta. Las mujeres son la mitad de la población y la madre de la otra mitad. Entiendo tu punto de vista, pero sí, los hombres también tienen derecho a participar en este tema. ¿Por qué? Porque hablamos de construir una sociedad con equidad e inclusiva, las decisiones se toman en conjunto y todos tenemos derecho a opinar. Las mujeres y las feministas están conscientes que el apoyo de los hombres es importante en los procesos de movilización social. Ser feminista no es un delito o pecado, solo es una postura ideológica tal cual lo es ser demócrata, ser liberalista, ser conservador, ser progresista, etc. Estas posturas son útiles para la sociedad porque cada una aporta y esa diversidad nos enriquece. ¿Cuándo se presentan los problemas y fricciones? Cuando hay un grupo que quiere limitar los derechos de los otros en sociedades democráticas. Ejemplo: Una mujer queda embarazada y su vida corre un alto riesgo. No sobrevive ni el niño ni la mujer. ¿Pero hay un procedimiento para esos casos? No, el supuesto ‘procedimiento’ no contempla todos los posibles escenarios y hay muchos médicos que simplemente no lo practican por temor a ir a prisión. Recuerden el caso de una adolescente embarazada que tenía cáncer. No recibió quimioterapia porque afectaba al feto y trágicamente murieron los dos.
Pregunta #5. A esa gente le están pagando unas organizaciones de fuera. Eso es para hacer negocios. Además, yo soy cristiano y no creo en eso. ¿Tu piensas tener hijos? ¿Tu eres cristiano?
Sí, soy cristiano y pienso formar mi familia. Pero entiendo que, a pesar de que mi familia y yo somos cristianos, también hay personas que no comparten esas creencias. Son dominicanos, viven aquí y pagan impuestos, más importante son seres humanos. Merecen vivir dignamente y que se respeten sus derechos y su capacidad de decidir. Lo que yo piense (o mi religión) no debe limitar el derecho de las demás personas a tomar sus propias decisiones.
¿Cuál es mi línea de fondo? Todos tenemos derecho a pensar de manera diferente. Debemos aprender más sobre el tema y tener apertura al diálogo. No tome la postura de ganar o perder, piense en justicia y en equidad. Piense en sus hermanas, en sus primas, en sus hijas, sobrinas, y nietas. A usted le puede gustar el jugo de naranjas y eso está bien. ¿Le tiene que gustar a todos el jugo de naranjas? ¿Tiene que ser el tomar jugo de naranjas parte de la ley? Si alguien prefiere el jugo de manzanas, ¿Debe ir a la cárcel por eso? Si usted se encuentra pensando sus respuestas, le felicito. Si usted ha encontrado respuestas a sus dudas o tiene una posición definida, también le felicito. Le invito a que comparta este artículo con todas las personas que le pueda ser de utilidad.