Dios te bendiga, gracias por ser parte de esta columna y permitirnos compartir contigo en esta nueva entrega, hoy quiero que reflexionemos un poco más profundo sobre donde estamos poniendo nuestra confianza. Nos ha tocado vivir un tiempo muy difícil donde la incertidumbre, la ansiedad y el temor se están apoderando de los corazones. La palabra de Dios dice:
Proverbios 3:5 “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia”.
Si te hago una pregunta, ¿En quién confías? ¡Sé que la mayoría dirán En DIOS! es una respuesta que viene sin pensarlo. Pero en los momentos de crisis es donde se prueba dónde está puesta nuestra confianza.
La respuesta que damos y las actitudes que mostramos en medio de las crisis o cuando se presente la dificultad o la adversidad es lo que dice en quien está puesta nuestra confianza. Ahí se prueba si hay temor, ansiedad o desconfianza.
Romanos 12 :2 dice “No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta”.
La voluntad del Padre Celestial se muestra en nuestras vidas cuando tomamos la decisión de confiar plenamente en Él, en Su soberanía y Su misericordia que es renovada cada día. Aunque los tiempos estén dificiles y veamos cómo está el mundo hay una promesa de Dios.
Isaías 60:2 “Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; más sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria”.
La ausencia de Dios en nuestra vida produce temor y el temor es la ausencia de Fe, y la fe viene por el oír la palabra de Dios.
Lo que nos debe de guiar en este tiempo es SU PALABRA allí está todo lo que necesitamos ella es vida y verdad. El enemigo hará todo lo posible para que no conozcamos la palabra porque él sabe que a través de ella son derrotados sus planes y maquinaciones.
Jesús venció al enemigo con la palabra de Dios, y nos exhorta a que caminemos en ella. Apoyarnos en nuestra propia prudencia es obviar Su palabra, es no obedecerle, es falta de honra, de estima hacia Su persona.
Es un tiempo para volver a Dios porque Él está llamando nuestra atención porque nos ama con amor eterno, por eso te insto a que le busques para que encuentres la verdadera paz.
Juan 14: 1 “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí”.
Juan 14:27 “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tengan miedo».
Dios te bendiga.