Luz Esther Santos Mi hija más pequeña se acercó y me preguntó por qué no puedo ver novelas, si así estoy contigo? Me quedé un momento en silencio y me di cuenta que en estos tiempos de hoy donde cada día nos ocupamos de más y más cosas, el celular, la computadora, las telenovelas, entre otras; hacen que la vida se acelere y el tiempo pase sin darnos cuenta.
Una costumbre muy usual de nosotras las madres es tener un horario para una telenovela, eso casi siempre no lo negociamos con nadie. Los hijos demandan y necesitan más que nunca tiempo de cálidad.
En ocasiones no nos damos cuenta que se sienten solos, que piden a gritos sin decirlo un poco de nuestro tiempo. Esta vida tan agitada nos lleva a pensar que si tienen bienes materiales están felices, pero no es así. Cada uno necesita de un momento para compartir con nosotras, un momento de privacidad sólo entre madre e hijo.
Para nuestros hijos es de mucho valor que tomemos unos minutos de nuestro tiempo para compartir con ellos un juego de parches, de cartas, ver un programa de televisión juntas, hablar de cualquier tema, hacer un par de chistes o pedirles que nos ayuden a preparar la comida, la cena, salir con ellos, entre otras cosas.
Es vital para el crecimiento sano de nuestros niños darles tiempo de calidad, escoger y compartir cortos momentos porque para ellos es muy importante. Aún cuando crezcan debemos tomar un momento y hablar de cosas que nos pasaron en nuestras épocas y que a ellos les puede estar pasando.
Un hijo es un regalo muy hermoso que Dios nos da a los seres humano, pero estos crecen rápido por lo que en un abrir y cerrar de ojos podríamos perder las mejores etapas para comunicarnos con ellos. Siempre tenemos que hacerles sentir que somos su mejor amigo, prestar atención y que confíen en nosotros.
Nuestros hijos se formarán primero por lo que ven, segundo por lo que escuchan y tercero por lo que uno les dice. Por lo tanto tenemos que compartir tiempo con ellos para que nos vean haciendo cosas que ellos harán en un futuro. No basta pues conmover a los niños con las palabras, hay que arrastrarlos con el ejemplo.
Estimado/a lector/a, si deseas compartir alguna anécdota que has vivido con tus hijos y crees que te ha enseñado a crecer como madre escribenos con atención a la autora, al correo eljaya@gmail.com