En la historia de los pueblos latinoamericanos se percibe una búsqueda constante de libertad. Influenciadas por los grandes movimientos y pensamientos filosóficos europeos a través del tiempo. Hay que destacar que, cuando termina el dominio español, en el siglo XIX, la historia hispanoamericana define un nuevo rumbo, esta vez en búsqueda de su identidad y su autonomía. De esa manera, el conjunto de estados hispanoamericanos está sellado por sus raíces culturales. Es decir, luego de la separación de España, se afianzan nuevos pensamientos y sentimientos libertarios. Sin embargo, esos pueblos, tienen en común un origen definido por la dominación española. Grandes pensadores escriben sobre esos procesos de búsqueda de identidad y emancipación de las naciones, Pedro Henríquez Ureña es uno de ellos.
Como es sabido, el prolífero intelectual Pedro Henríquez Ureña, nacido en Santo Domingo, 29 de junio de 1884, gran humanista hispanoamericano, fallece en Buenos Aires el 11 de mayo de 1946. Es indiscutible que el nivel intelectual de la familia de Pedro Henríquez Ureña influyó en su formación. Su madre Salomé Ureña, discípula de Eugenio María de Hostos, fundadora de la escuela Normal para señoritas y poeta. Su padre Federico Henríquez y Carvajal, también fue discípulo de Hostos, dirigió la escuela preparatoria y quien luego llegó a ser presidente de la República Dominicana. Todo ese contexto académico e intelectual posteriormente va a favorecer la vasta trayectoria filosófica de Henríquez Ureña. Pues, formado bajo una filosofía positivista cultivará ideas humanistas muy definidas.
Sus variados y vastos estudios profundos sobre literatura universal e hispanoamericana han influido en toda Latinoamérica. Entre sus obras se destacan: Gramática castellana (1939), Plenitud de España (1940), Cien de las mejores poesías castellanas (1941), Historia cultural, historiografía y crítica literaria (1945), entre otras reconocidas producciones. Este informe, presenta un estudio exploratorio sobre una de sus obras póstumas. Específicamente, se trata de apreciar los conceptos emancipación, identidad y humanismo utópico en: Historia de la cultura en la América hispánica.
El autor en su obra Historia de la cultura en la América hispánica, realiza una radiografía cronológica de toda América. Expone conclusiones de acontecimientos y sucesos históricos geográficos, de América y el Caribe. De manera especial los sucesos del siglo XIX, que definieron la historia de los países hispanohablantes. Esos postulados, lo realiza, desde una perspectiva cultural de los pueblos de América de habla española, hasta la descripción de todo un panorama lingüístico antillano.
Los temas abordados por el autor de manera magistral expresan la exquisitez de su prosa. En cada uno de sus registros históricos no escatima detalles. Para él, es fundamental dar a entender el proceso de luchas independentistas, tanto del proceso colonialista como el patriótico, sobre todo, la situación posterior de Hispanoamérica. Es decir, relata los acontecimientos que aparecen en cada una de las naciones que surgieron a lo largo del proceso emancipador, citando obras, autores, características idiomáticas y culturales.
Relacionado a la identidad, hay que considerar varios aspectos. En primer lugar, Henríquez Ureña sostiene que uno de los problemas es que en América española no hay unidad social. “El problema de América española es todavía su integración social.” (Henríquez, 1980. P.18). Otra tesitura es que, al referirse al idioma español en América hispánica, sostiene que se ha conservado normal. Sin embargo, refiere no existe el lenguaje hispanoamericano unido. Para su juicio, lo que existe son rasgos comunes a toda América española. En ese mismo orden, es importante destacar que menciona también a la existencia de un español culto, originario de España. Esa idea infiere a que la base de la identidad de América es originaria de España, por lo menos en el idioma. Además, otro aspecto a dilucidar es el planteamiento de que existe cinco modos de hablar español en América.
Hay en América cinco zonas, de límites no siempre claros, con cinco modos de hablar español: 1, México y la América Central (Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá); 2, la zona del Mar Caribe, que comprende las Antillas, la mayor parte de Venezuela y la costa Atlántica de Colombia; 3, la zona andina: parte de Venezuela, la mayor parte de Colombia, el Perú, Bolivia, el noroeste argentino; 4,Chile; 5, la zona rioplatense: la mayor parte de la Argentina, Uruguay, Paraguay. Cada una de estas zonas, a su vez, presenta diferencias de región a región, como es natural. (Ibídem, p.326-327)
En segundo lugar, pero no menos importante, otro aspecto identitario a discurrir es en la cultura indígena. Plantea que hay elementos entre cultura indígena y cultura europea complementarios, ambas culturas que se enriquecen mutuamente. Para su época esos elementos no eran preciados, incluso, en ese tiempo, la costumbre indigenista, elementos, expresiones y sus rasgos característicos para algunos escritores no eran considerados como elementos genuinos de la identidad americana.
Treinta años atrás se habría creído innecesario, al tratar de la civilización en la América hispánica, referirse a las culturas indígenas. Ahora, con el avance y la difusión de los estudios sociológicos e históricos en general, y de los etnográficos y arqueológicos en particular, se piensa de modo distinto: si bien la estructura de nuestra civilización y sus orientaciones esenciales proceden de Europa, no pocos de los materiales con que se la ha construido son autóctonos. Los idiomas que hablaban eran centenares. (Henríquez,1980, p. 328)
Con justa razón dice Juan Jacobo de Lara, en el prólogo del libro Obras Completas Tomo X, que el tema favorito y fundamental de Pedro Henríquez Ureña fue seguir las corrientes relacionadas a la busca de nuestra expresión y la expresión genuina de nuestra América. También relata cómo se organiza y se publica de manera póstuma dicho libro en la siguiente cita:
Su obra póstuma, Historia de la Cultura en la América Hispánica, la publicó el Fondo de Cultura Económica, de México, en 1947, en su Colección Tierra Firme. Ha habido otras ediciones luego. Este libro póstumo recoge, a manera de síntesis, lo que el título indica, la historia de la cultura en la América Hispánica, tema que don Pedro venía estudiando y desarrollando a lo largo de su carrera didáctico-literaria. (Henríquez, 1980, p.6)
Otro elemento identitario presente en la obra, precisamente son las producciones literarias. Expresiones presentes como “literatura pura”, refiriéndose a la existencia de una literatura exclusiva artística, y la aspiración de la nueva literatura emergente. De hecho, el autor postula que una parte de la nueva literatura cultivada en las naciones latinoamericanas aspiran a ser puras. Específicamente en poesía. “Una parte de la literatura nueva aspira a ser «literatura pura», especialmente en poesía: literatura despojada de todos los fines que no sean estrictamente artísticos, y sobre todo despojada de «anécdota», o sea la referencia a hechos que deban interesar por sí mismos antes que por la manera en que el autor los interpreta.” (Henríquez, 1980, p.443)
La realidad es palpable, pues, a través de la historia cada estado tiene cambios culturales, de generación en generación, sin embargo, el autor en su prosa descriptiva, analítica aboga por una hegemonía americana. En ese sentido se infiere un humanismo utópico. También, considero muy acertado algunos juicios que valoran las ideas utópicas y el pensamiento humanista de Henríquez Ureña presente en su obra Historia de la cultura en la América hispánica. Me refiero a la publicación online del 15 de diciembre del periódico Hoy, donde de manera sencilla y juiciosa se pondera ese pensamiento, observable en la siguiente cita: “A partir del conocimiento de esta verdad, que Henríquez Ureña ejemplifica con las grandes figuras de nuestra historia y de nuestras letras, esboza él la imagen futura y practicable de la plenitud de América, de la realización de su verdad: la Utopía.” (Areito, 2018)
El pensamiento emancipatorio está presente en sus conclusiones, no solo citando producciones y hombres, sino ejemplificando con acciones en todo el proceso.
Los próceres de la independencia fueron, en su mayor parte, hombres de pensamiento a la vez que hombres de acción; el pensamiento preparó y dirigió la acción (Henríquez,1980, p.374)
El pensamiento hispanoamericano marcado con el espíritu positivista, en sus orígenes, gracias a los aportes de los representantes del positivismo europeo, influye de manera sustancial en todo el contexto latinoamericano. Inclusive, Henríquez Ureña, en síntesis, considera que el pensamiento positivista latinoamericano significó el periodo de organización “de las repúblicas recién independizadas”. De cierta manera, ese pensamiento contribuyó a un nuevo rumbo y organización de los pueblos latinoamericanos.
En fin, en esa obra, se puede percibir que el autor ya tiene otras influencias filosóficas, y que de cierta manera enriquecen su base ideológica positivista. Su pensamiento es más amplio, profundo y su interpretación sociológica y pragmática de los cambios culturales hispanoamericanos, reflejan unos valores morales universales. Que, en definitiva, persigue una búsqueda de los valores auténticos de la cultura hispanoamericana. Precisamente, su anhelo y aspiración de definir el trayecto de una sociedad latinoamericana, con justicia y expresión de su genuino potencial, ha de concebirse como el concepto de un humanismo utópico.
Referencia Bibliográfica
[1] Areito, (2018, 15 de diciembre). Pedro Henríquez Ureña y la Utopía de América. [Artículo] Periódico Hoy. Recuperado de: https://hoy.com.do/pedro-henriquez-urena-y-la-utopia-de-america/
[2]Beorlegui C. (2010). Historia del pensamiento filosófico latinoamericano. Una búsqueda incesante de la identidad. (3era. ed.). Serie Filosofía, vol.34. Universidad de Deusto Bilbao. ISBN: 978-84-9830-678-1
[4]Henríquez Ureña, P. (2004). Escritos políticos, sociológicos y filosóficos: Vol. Tomo V (Secretaría de Estado de Cultura ed.). Editora Nacional. Santo Domingo. ISBN: 99934-965-2-9
[5]Henríquez Ureña, P. (2003). Estudios lingüísticos y filológicos Vol. Tomo IV (Secretaría de Estado de Cultura ed.). Editora Nacional. Santo Domingo. ISBN 99934-965-0-2
[6] Henríquez Ureña, P. (1980). Obras Completas, Tomo X (Ed. Publicaciones de la Universidad Pedro Henríquez Ureña-UNPHU). Recopilación de Juan Jacobo de Lara. Santo Domingo, R.D.
[7] Henríquez Ureña, P. (1947). Historia de la cultura en la América Hispánica (Vol. 5). Fondo de Cultura Económica. México.