El premio a la Excelencia del Cacao que acaba de recibir en Francia la empresa francomacorisana Rizek Cacao, consolida el posicionamiento en la cima del internacional en ese renglón del grupo empresarial que preside el doctor Héctor José Rizek Llabaly. Este logro lo cosecha por la consagrada pasión por el trabajo orientado a mejorar el suelo y las plantaciones del aromático grano y demás pasos del proceso. Esta premiación enaltece no sólo a San Francisco de Macorís, sino también a República Dominicana que ocupa el primer lugar entre los países que producen y exportan cacao fino. Este prestigioso galardón se suma a los numerosos premios y reconocimientos que ha recibido el prominente empresario tanto en el país como en el extranjero. Que conste que a la proyección del cacao fino que exporta Rizek se agrega la difusión del Sendero del Cacao, uno de los atractivos turísticos con que cuenta San Francisco de Macorís donde con frecuencia llegan turistas de diferentes partes del mundo. Por ejemplo en la edición anterior la reportera Mirna Gissel López editora de turismo de EL JAYA reseñó la visita de un grupo de turistas alemanes que disfrutaban de un crucero por las islas del Caribe y entre las ofertas que les vendieron los touroperadores turísticos estaba la visita al Sendero del Cacao cuyas instalaciones están en la hacienda La Esmeralda situada en la comunidad de Los Ancones. Es decir que ya los manejadores turísticos han incluido a San Francisco de Macorís entre los atractivos a visitar de un circuito previamente diseñado.
Ramón Molina Romero.Ramón Molina Romero hizo mudanza a territorios de descanso eterno el domingo 20 de octubre recién pasado. Es lógico y natural que los familiares y amigos cercanos de quien se marchó reaccionen con llanto y tristeza. Para consuelo de su familia: esposa, vástagos y nietos hay que decir que Ramón Molina es desde ya un vivo invisible. perdurará en la memoria y prolongará su existencia humana en cada hijo que procreó con su amada esposa Elizabeth. Tronco de un importante y honorable núcleo social francomacorisano, Ramón sabía que para criar y formar a los hijos como buenos ciudadanos no bastaba conmoverlos con la palabra, por eso como buen padre los arrastraba con el ejemplo. Su principal legado material perpetúa su nombre en el universo social con valiosos y continuos aportes al desarrollo. El Centro Tecnológico Computarizado Molina es una obra trascendente para República Dominicana. Esta institución académica es genio y figura de Ramón. Nuestro Viejo Roble fue ejemplo de moralidad y de capacidad de trabajo con vocación de perfeccionista. Fue un triunfador por méritos propios y deja a la sociedad dos importantes legados como son, primero, una familia laboriosa y ejemplar cuyos integrantes aportan sus talentos desde sus respectivas áreas del saber y, segundo, una academia que es templo de disciplina y de aprendizajes técnicos que prestigia a San Francisco de Macorís. Que su fecundo paso de 85 años por este mundo que recién abandonó sirva de consuelo a su afligida familia. En ese sentido reproduzco un pensamiento de José Martí quien escribíó: «No hay que llorar a los hombres que se han marchado al infinito con el honor intacto y las manos inmaculadas. Cuando un hombre de bien deja este mundo, hojas de rosas están llamadas a cubrir las heridas que en las manos y en los pies le hizo la vida».