“La coma, esa puerta giratoria del pensamiento”.
Julio Cortázar
En el ámbito de la comunicación escrita, la correcta utilización de los signos de puntuación constituye un elemento imprescindible para la buena producción e interpretación de los textos. En tal sentido, todo buen escritor-lector o aspirante a serlo debe tener un adecuado manejo de dichos signos, especialmente el uso de la coma (,).
Según el Diccionario Panhispánico de Dudas de la RAE (2005), “La coma es el signo de puntuación que indica normalmente la existencia de una pausa breve dentro de un enunciado”. Tal como indica la RAE, desde la enseñanza elemental de la ortografía siempre se ha explicado el uso de la coma para indicar una pequeña pausa al leer o sencillamente para separar elementos de una misma enumeración. Sin embargo, conocer estas reglas elementales no nos exime de cometer errores con respecto a los diversos usos de este signo ortográfico. Esto así, por ser este uno de los más complejos al momento de emplearlo en las producciones discursivas escritas.
Desde esta perspectiva, usar coma en la redacción de los textos no siempre supone una pausa menor o la necesidad de separar ortográficamente palabras de una misma serie. En innumerables ocasiones, emplear este signo de puntuación depende de la intención comunicativa, la entonación y el estilo de quien redacta.
Ejemplificando lo anteriormente expuesto, nótese la diferencia de significados y la intención comunicativa que subyace en el siguiente enunciado tomado del texto “El valor de una coma” del escritor argentino Julio Cortázar:
“Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría a rastras en su búsqueda”.
La colocación de la coma en este enunciado dependerá del contexto en virtud de la interpretación personal y la intención comunicativa que pudiera darle un hombre o una mujer respectivamente. En el caso de ser una fémina, es muy probable que coloque la coma después de la palabra mujer y se interpretaría de la siguiente manera: “Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer, andaría a rastras en su búsqueda”. En caso de ser hombre, posiblemente la marcaría después de la palabra tiene. Por consiguiente, el mensaje y la interpretación textual sería diferente: “Si el hombre supiera realmente el valor que tiene, la mujer andaría a rastras en su búsqueda”.
Como se pudo notar en este pequeño texto, la presencia de la coma no simplemente marca una pausa al leer; sino que cambia absolutamente el mensaje y las posibles interpretaciones contextuales, pues todo dependería de quien lea y de su preferencia respecto al lugar de colocar el signo.
En otro orden de ideas, independientemente de las interpretaciones contextuales y subjetivas en el empleo ortográfico de la coma, es importante saber que existen normas que establecen el uso obligatorio de este signo de puntuación. Entre esas normativas se pueden citar las siguientes:
- Coma vocativa
- Coma apositiva
- Coma enumerativa
- Coma elíptica
Coma vocativa
Según Montoya (2009), el vocativo es un recurso lingüístico empleado con el fin de llamar o nombra a una persona en función apelativa. En el caso de los vocativos, el uso de la coma es de carácter obligatorio. Como explica el referido autor, los vocativos no son más que las palabras con que aludimos a las personas, entidades o cosas con la intención de invocar, saludar, felicitar, preguntar, nombrar, llamar o dirigirnos a ese interlocutor de manera directa dentro del acto comunicativo. Por ejemplo:
Rosa, escribe rápido.
¡Hola, José!
¿Cuántos años tienes, Raúl?
Sí, cariño, mañana iremos a ver el juego.
En los ejemplos anteriores la coma en función vocativa sirvió para apelar al interlocutor de manera directa al preguntar, afirmar, saludar u ordenarle hacer algo. Además de estos usos apelativos, el empleo de este tipo de coma es necesario para evitar confusiones al momento de interpretar un mensaje. En tal sentido, obsérvese los siguientes enunciados que contienen exactamente los mismos signos lingüísticos, pero diferentes connotaciones semánticas por la presencia de la coma vocativa en el segundo de ellos.
¡Te veré mañana hermosa!
¡Te veré mañana, hermosa!
En el primer enunciado se puede interpretar que mañana verán a alguien (una fémina) y que lucirá físicamente atractiva, hermosa. En el segundo enunciado, el uso de la coma nos indica que al referirse a “hermosa” emplea este término para nombrar a la persona, que no necesariamente debe lucir hermosa mañana como en el caso anterior; sino que la llamó así de manera cariñosa y afectiva evitando usar su nombre de pila. En este último caso aparece un vocativo, y como ya se apuntó anteriormente, debe ir aislado por comas.
Coma apositiva
El término aposición hace referencia a una palabra o conjunto de palabras que acompaña y complementa al núcleo del sujeto o sintagma nominal para añadir información u ofrecer explicación referente al significado de este. Según Lozano (1997), existen dos clases de aposiciones: aposición especificativa y la explicativa. La especificativa añade información para precisar más el significado del núcleo del sintagma nominal a que alude. Este tipo de aposición no requiere el uso de coma. Por ejemplo: La joven Francisca ganó el concurso. En este enunciado el núcleo del sujeto es joven y el sustantivo Francisca lo complementa para especificar su nombre.
Por su lado, la aposición explicativa constituye un inciso que aporta información adicional alusiva al núcleo del sujeto y siempre va entre comas. Por ejemplo: Pedro Mir, nuestro Poeta Nacional, escribió la obra Hay un país en el mundo. En la oración anterior, nuestro Poeta Nacional funciona como la aposición que acompaña y complementa al núcleo del sintagma nominal que es Pedro Mir.
Otros ejemplos del uso de aposición:
Yahaira, mi hermana, compró una casa.
Juan Bosch, autor de La Mañosa, es un destacado escritor dominicano.
San Francisco de Macorís, Tierra de Gigantes, es una hermosa ciudad.
En los ejemplos anteriores, mi hermana, autor de La Mañosa y tierra de gigantes, son las aposiciones de esos enunciados y como se pudo notar van entre comas.
Coma enumerativa
Para Muñoz (2016), la coma enumerativa es la que empleamos en una oración o enunciado para aislar diferentes elementos que pertenecen a una misma secuencia. Como indica el citado autor, esta coma sirve para separar palabras, sintagma y hasta oraciones, aunque en este último caso lo recomendable es separar las sucesiones con punto y coma por tratarse de pausas más largas y complejas.
Ejemplo de coma enumerativa:
Fui al mercado y compré: carnes, verduras, frutas, nueces y leche.
En navidad decoré la casa, puse luces de colores, preparé el arbolito y todo quedó hermoso.
Tengo seis hermanos: Manuel, Rafael, Adelso, José, Yajaira y Nery.
Coma elíptica
La elipsis es un recurso lingüístico empleado tanto en la escritura como en la oralidad para omitir o suprimir intencionalmente algún elemento del discurso por resultar redundante o contextualmente entendible. En virtud de lo dicho, utilizamos la coma elíptica para reemplazar un verbo reiterativo en un enunciado. Por ejemplo:
Karina estudia Derecho y Víctor, Filosofía.
Ana come piña y Raquel, melón.
Ella viajó en taxi el fin de semana; su tía, en metro.
Las comas colocadas después de Víctor, Raquel y tía sustituyen a los verbos estudiar, comer y viajar, respectivamente. En tales casos, es notorio que usar la coma elíptica evita la repetición o redundancia de esos verbos y facilita la comprensión del enunciado en el contexto.
En conclusión, la coma es uno de los signos de puntuación de mayor trascendencia para la comprensión textual y contextual de un enunciado. Un texto gramaticalmente bien construido puede variar su significado por la sola presencia de este signo ortográfico; de ahí su importancia e incidencia en las producciones discursivas escritas por ser como plantea Julio Cortázar: “La coma, esa puerta giratoria del pensamiento”.
La autora es licenciada en Educación Mención Filosofía y Letras por la UASD. Tiene maestría en Lingüística Aplicada a la Enseñanza del Español por la misma universidad y una Especialidad en Lengua y Literatura orientada a la enseñanza en UAPA. Actualmente, se desempeña como maestra del MINERD en el área de Lengua Española de nivel secundario.
BIBLIOGRAFÍA:
- Real Academia Española/ Asociación de Academia de la Lengua Española: Diccionario panhispánico de dudas. (2005). Santillana. Ediciones generales. Madrid, España.
- Lozano, Alicia. (1997). Lengua Española: Elementos básicos de redacción activa. Segraf, Rep.Dom.
- Muñoz, Orlando. (2016). La lengua en Movimiento. Quinta edición. Editora Búho. Rep.Dom.
- https://www.xing.com/communities/posts/el-valor-de-una-coma-julio-cortazar-1006882105.
- https://www.ejemplos.co/oraciones-con-aposicion/