Nueva York.- El cruel e intenso frío que azota más de 32 estados, desde Montana hasta el sur de Florida y que ha afectado 190 millones de personas, ha obligado a las autoridades cobijar los osos polares de los zoológicos de algunas ciudades como Chicago para protegerlos de las gélidas temperaturas y un preso que había escapado de una cárcel de Lexington, Kentucky, se entregó voluntariamente ayer martes a la policía para no morir del frío, según despacho de prensa.
El oso polar Hudson, del zoológico de Lincoln Park en Chicago, fue uno de los animales que tuvieron que ser protegidos debido al vórtice polar que congela el noreste y centro del país.
Los osos polares que no pueden permanecer en el frio ártico, son porque no poseen la gruesa capa de grasa que lleva habitualmente el plantígrado salvaje al alimentarse de focas y cadáveres de ballenas.
Mientras que el preso Robert Vick, de 42 años, escapó con la ropa reglamentaria de pantalones y camisa de una cárcel de mínima seguridad en Lexington, Kentucky, el domingo pasado, cuando las temperaturas cayeron bruscamente a menos de cero grados, y al no soportar el frío polar acudió a un motel y pidió a un empleado que llamara a la Policía.
Vick fue reapresado y examinado en un hospital y regresado al Complejo Penitenciario Blackburn, expresó la vocera policial Sherelle Roberts.
