Cada ser humano tiene derecho a sus propios gustos, opiniones, observaciones, elecciones, creencias, preferencias y otros. Pero jamás debemos olvidar que formamos parte del TODO y cuando este se ve afectado por una de las partes, resulta lastimado en su totalidad. Razón por la cual el individualismo afecta tanto hoy día la humanidad.
Esta práctica permite poca participación a lo lógico y al sentido común y nos conduce a propósitos que son sinónimos de poca cosa.
¡Qué bueno hubo huelga! No fui al trabajo, no fui a clases.
¡Deseo no llueva! Hoy arregle mi pelo (En medio de una sequía).
¡Que bien, el profesor no vino!, no estudie para el examen.
¡Ojala venga la tormenta!, cuando debe enfrentar la justicia.
¡Ojala se muera! Por cualquier razón que nos beneficie.
Si ganara mi partido, lograría mi propósito.
Que pequeño y lastimoso en ocasiones resultan los propósitos individuales. En cambio cuando tenemos la conciencia de saber que esta conducta es falta de disposición a los demás, que afecta la relación con otros la cual se desarrolla sobre la base del desinterés, garantiza sello de egoísmo, impide operar en colectividad para el bien común, emite cierta indiferencia, apatía, frialdad ante la realidad, distanciamiento sobre las personas, interés por lo propio, aislamiento, procrea distancia entre convivir y compartir, cierra puertas con la finalidad de producir para sí mismo, habita en su propio ambiente, solo se ve cuando es de su propio apego. Las personas individualistas no se asumen como tal, ni reconocen ese comportamiento.
Esta conducta choca con intereses, leyes, normas y reglas, valores, costumbres y roles que buscan vigorizar un acomodo en convivencia colectiva, funciona de manera selectiva eligiendo los modos de obrar más útiles para sí que no es generalidad.
Busca el equilibrio cuando de individualismo se trate, externa el potencial que hay en ti para respetarte en todas esas cualidades como persona que te hacen único. Haciendo uso de las mismas ve por propósitos gigantes: combatir el hambre, mejorar la educación, la paz del mundo, el beneplácito de todos.
¡Ojala no sea necesaria la huelga!, todos perdemos.
¡Ojala llueva!, tenemos sequía.
¡Que gane el que más beneficie el país!, todos ganaríamos.
El individualismo impide estar con otros y menos ser para otros. Es importante tener presente que nacimos para convivir en sociedad. Piensa en la colectividad a la hora de sentir, pensar y actuar.