En el año de 1884, llegó a New York, procedente de París un joven con 28 años llamado Nikolas Tesla (1856-1943) quien se consolidó a través de sus inventos y de su generosidad como un gran humanista que contribuyó al desarrollo de la civilización.
Este mortal y enigmático genio de la sabiduría eléctrica, nació en Croacia en el seno del Imperio austrohúngaro; destacándose como ingeniero eléctrico, ingeniero mecánico, físico y futurólogo…Se le conocía además por ser una persona elegante, estilizada y pulcra en su forma de vestir.
Admirado como un gran políglota que dominaba 8 idiomas: Serbiocroata, Checo, inglés, francés, alemán, húngaro, italiano y latín. Era amante de la literatura y consagrado a la lectura, llegando a ser un gran amigo del escritor Mark Twain(1838-1910).
Su refinado estilo de vida, el cual mantuvo durante toda su existencia, fue fruto de sus estudios y vida social en Austria, República Checa, Hungría, Francia, distinguíendolo como un gran caballero.
Tomando, la paridad histórica de otros hechos de pugnas como la rivalidad artística que existió entre Francisco de Quevedo (1580-1645) y Luis Góngora (1561-1627) o de los dos grandes genios de la pintura como Pablo Picasso (1881-1973) y Salvador Dalí (1904-1989); entre Nikolas Tesla y el también genio de la electricidad, Thomas Alva Edison (1847-1931) se inició en el mundo de las ciencias una gran rivalidad, creándose entre ellos la famosa y legendaria “guerra de las corrientes.”
En la famosa “guerra de las corrientes” en el año 1880, se inició un debate público sobre la seguridad eléctrica del mundo. El debate se dilucidaba entre la corriente continua,defendida por Edison, quien estaba en la cima de su prestigio como empresario y dueño de la compañía, “Edison General Electric” y Tesla, inventor de la corriente alterna, quien estaba a favor de su invento. Tesla representaba a la empresa “Westinghouse Electric.” como empleado.
Al final, ganó el genio inventor de la corriente alterna, sin antes quedar evidenciada la codicia y malicia comercial de Thomas Edison, electrocutando perros, gatos y hasta elefantes por todo Estados Unidos, demostrando el daño que podía producir la corriente alterna.
La grandilocuencia de este genio, un gran olvidado en las enseñanzas escolares del mundo, puede manifestarse en la presencia de sus grandes descubrimientos: Descubrió la corriente alterna, inventó el control remoto, los rayos equis (atribuido al alemán wilhelm Rontgen) la radio (atribuida al italiano Guillermo Marconi) la lámpara de bajo consumo, presentó por primera vez los principios teóricos del radar y el motor de corriente alterna. Predijo infinidad de inventos que cien años después se hicieron realidad entre estos: el wifi, los teléfonos móviles, los drones, los aviones comerciales de alta velocidad y la robótica.
El 7 de enero de 1943 en un hotel de New York, murió de un infarto al miocardio, en la extrema pobreza, el gran genio, el poeta de la electricidad, quien no pidió nada ni dinero ni fama solo la meta que llegó alcanzar, la gloria de poder ayudar al desarrollo de la humanidad.
Hoy ,un museo inaugurado en el año 1952 en la ciudad de Belgrado (Serbia) en honor a su vida y obra científica lleva su nombre. También la unidad de medida magnética llamada Tesla (símbolo T) fue designada a su honor.
No obstante en la actualidad se ha puesto de moda el mundo de la “teslamania” con la compra de miles de unidades del caro y lujoso vehículo eléctrico llamado “TESLA». Además, los medios de comunicación están inundados de películas, cómics, plataformas digitales,congresos tecnológicos virtuales donde se puede viajar con Tesla desde El Imperio Austrohúngaro hasta New York…Todo en honor al gran científico.
He aquí, una de las máximas de este gran genio olvidado, cuando su Intelecto concebía un invento:
“Me es irrelevante cuando una turbina funciona en mi mente o cuando la pruebo en el laboratorio; no hay ninguna diferencia los resultados son los mismos, enseguida noto si está desbalanceada.”