Las autoridades de la Procuraduría General de la República montaron una requisa en las instalaciones de la fortaleza Duarte, confiscando numerosos celulares y armas de distintos calibres.
La requisa aparentemente realizada sin previo aviso, fue encabezada por el licenciado Oscar Alexander y otros funcionarios del Ministerio Público, quienes confirmaron que el levantamiento se realizó sin ningún incidente a lamentar.
Por el gran número de armas blancas en manos de reclusos, demuestra que al interior del recinto carcelario los reclusos de mayor condición económica, terminan siendo patrocinados por los militares establecidos allí, para que éstos trafiquen con armas y estupefacientes.
Este panorama de inseguridad, zozobra y hacinamiento inhumano que viven los impedidos de su libertad, han originado en el pasado reciente hechos violentos, que han concluido con muertos y heridos.
A lo interno del sistema carcelario nacional se requiere una revolución a manos de las autoridades competentes, como ha planteado en reiteradas oportunidades el ex Vicepresidente de la República, doctor Jaime David Fernández Mirabal.
Lo que acaba de suceder en la fortaleza Duarte, demuestra hasta la saciedad que es una falsa el decir de las autoridades del pasado y del presente, que han logrado convertir las cárceles en Centros de Educación y rehabilitación.