Respecto a la infraestructura escolar contenida en los numerales 3.1.4 y 3.1.5, llegaremos a los diez años de la meta trazada sin tener la construcción del número de aulas para la cobertura universal. Este de justicia reconocer que la construcción de aulas y espacios es donde más se ha avanzado en estos 8 años de firmado el Pacto, sin embargo la calidad de la construcción de planteles ha sido muy cuestionada, tanto por la presencia de actos de corrupción como por las deficiencias en temas de planta física, energía eléctrica, agua, poco aprovechamiento de los espacios, y a ello se suma que seguimos con la mayoría de los centros sin los espacios que permiten el libre desplazamiento y el acceso a las personas con discapacidad.
El numeral 3.1.6 establece la inclusión de la educación sexual en la propuesta curricular; sin embargo la resistencia a este importante paso la encontramos en quienes dirigen el propio Estado y en otros sectores conservadores que al parecer no les interesa reducir la cantidad de adolescentes embarazadas, encontrándose la República Dominicana entre los 5 Países con mayor proporción de embarazos en adolescentes de América Latina, con una taza de natalidad de 90 por cada mil en edades de 15 a 19 años.
Esta dramática realidad incide de forma directa en la deserción escolar, ya que estas adolescentes se ven obligadas, a partir del embarazo, a la inserción laboral, a asumir tareas en el propio hogar y al cuidado de su infante.
Deberíamos convertir a la escuela en el principal centro de orientación a la niñez y a la adolescencia en el sentido más integral del término.
El 3.4.3 habla de la implementación de la salud integral en la escuela. Han habido pocas acciones en este sentido, careciendo los centros educativos de personal médico, enfermería, medicamentos y consultorios; con muy raras excepciones, y aquellos en los que los hay ha sido porque los directores y directoras de centros deciden tomar la iniciativa para adquirir algunos medicamentos básicos.
El pacto educativo señala en los números 3.4.3, 3.4.5 y 4.1.6 que las autoridades se comprometen a dar apoyo a las familias, contribuir a la eliminación del trabajo infantil y una política de becas institucionales.
Evaluando esta parte, el apoyo a las familias en cuanto a garantías de derechos no pasa de algunas acciones asistencialistas muy limitadas de parte de las autoridades; incluso la Jornada Escolar Extendida ha sido convertida en un espacio asistencialista concebido más bien como un espacio para garantizar alimentación, y no necesariamente saludable, que un espacio escolar para el desarrollo integral de nuestros estudiantes, a esto se agrega la tardanza en los procesos y la llegada tarde de libros de textos, registros de grados, materiales didácticos, entre otros.
El pacto asume en término filosófico la educación laica, que la consagra nuestra constitución; sin embargo seguimos con una educación confesional y religiosa; muy distante de las enseñanzas del insigne maestro Eugenio María de Hostos.
En cuanto a la modalidad técnico profesional en el numeral 4.1.5 el pacto plantea mejorar y ampliar dicha modalidad; sin embargo la mayoría de politécnicos carece de las principales herramientas, de personal técnico, de docentes y de recursos en sentido general.
La conversión de centros de secundaria en politécnicos se ha quedado hasta ahora en anuncios.
En la evaluación general que hemos realizado hasta este punto, observamos que son compromisos que corresponden cumplir a las autoridades. Su nivel de materialización sigue dejando mucho que desear.
En la próxima entrega haremos el abordaje de los temas de cumplimiento del calendario y horario escolar, la jornada escolar extendida, la dignificación docente y el tema de la evaluación. Haremos también una entrega en la que formularemos algunas propuestas que nos parecen viables en el actual contexto de la educación dominicana preuniversitaria.
Hasta la próxima.!