ENFERMEDAD CRÓNICA DE LAS VÍAS RESPIRATORIAS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en el mundo existen 235 millones de personas con asma, enfermedad crónica de las vías respiratorias que se manifiesta con dificultad para respirar y con sibilancias. Estos pacientes pueden llevar una vida normal siempre y cuando mantengan controlada su condición.
Ahora bien, los asmáticos podrían requerir ajustes o extremar las medidas precautorias cuando se apresten a viajar a otro país, a un entorno distinto al que conocen.
“Si tú y tu familia están planeando un viaje, lo más importante es conocer los desencadenantes de tu asma y evitar situaciones o sustancias que pueden causarte problemas”, recomienda el experto en asma y alergias William E. Berger en su libro “Living with Asthma” o “Viviendo con asma” (Infobase Publishing, 2007).
El también expresidente del Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunología advierte que, incluso en los casos de asma leve, una persona no puede estar segura de la reacción que tendrá al visitar un ambiente completamente desconocido o al enfrentarse con un clima poco familiar.
Por eso, antes de emprender un viaje o salir del país a “turistear”, el paciente asmático tiene que informarse sobre el clima y los posibles alérgenos que encontrará en el lugar de destino.
Una visita a tu especialista puede ser necesaria, sobre todo si padeces de asma severa.
Características del país de destino
Según William E. Berger, autor del libro “Living with Asthma”, hay casos en los que se necesita hacer ajustes en la medicación tomando en cuenta las características del destino al que viajará el paciente, así como las actividades que este contempla realizar una vez allí.
Si eres asmático también podrías requerir vacunación contra la gripe o la influenza estacional.
¿Tienes asma? Cuídate al viajar
Toda persona con una condición médica de base que requiera medicación debe asegurarse de tener a mano sus medicamentos mientras se encuentre de viaje.
El asmático no es la excepción.
En su libro “100 Questions & Answers About Asthma” o “100 preguntas y respuestas sobre el asma” (Jones & Bartlett Learning, 2011), la doctora Claudia Plottel recomienda llevar la cantidad de medicamento recetado que necesitarás para todo el viaje.
“Siempre, siempre, siempre pon tus medicinas en tu equipaje de mano cuando viajes por aire”, aconseja la especialista en medicina interna y medicina pulmonar.
¿Por qué? Puedes requerir tu medicación durante el vuelo o en el aeropuerto y querrás tenerla a mano. Además, evitarás perderla en caso de que tu equipaje se retrase o se extravíe.
Plottel recuerda que, debido a las normas de seguridad que imperan en los aeropuertos, probablemente requerirás documentación que compruebe que debes viajar con medicamentos para controlar tu condición. Verifica las normas de seguridad antes de viajar.
Durante el vuelo, trata de ingerir mucha agua, pues esto reduce la probabilidad de problemas. Además, te ayuda a reducir el jet lag.
Actividades
La diversión durante un viaje incluye actividades al aire libre, y los asmáticos no tienen por qué cohibirse de ellas.
Ahora bien, aquellos pacientes cuyos síntomas se agravan con la actividad física habrán de tomar precauciones.
También quienes realicen actividades en entornos en los cuales puede haber desencadenantes de sus crisis.
En el libro “Living with Asthma” o “Viviendo con asma” (Infobase Publishing, 2007), William E. Berger recomienda tener cuidado de acampar o hacer senderismo durante la temporada de polen si eres alérgico a este.
Si quieres cabalgar o vacacionarás en un rancho, asegúrate de que puedes tolerar la exposición a los caballos y al heno.
Por otro lado, el médico advierte a los pacientes que nunca han buceado o que tienen asma severa evitar dicha actividad: en caso de una crisis bajo el agua, no podrán usar medicación de emergencia ni ascender rápidamente.
Sobre el esquí, patinaje sobre hielo y snowboarding, recuerda que el aire frío puede desencadenar episodios de asma.
REDUCE TU RIESGO EN LOS HOTELES
En el libro “Asthma For Dummies” (John Wiley & Sons, 2010), William E. Berger da algunas pautas para evitar alérgenos en los hoteles.
Recomienda, por ejemplo, verificar si el local incluye habitaciones para personas alérgicas. De lo contrario, sugiere que te hospedes en un piso para no fumadores.
Si las plumas son un riesgo para ti, considera llevar tu propia almohada o funda de almohada.
Lee con cuidado los menús y haz las preguntas necesarias a fin de evitar alimentos que provoquen alergia.
Para niños que usan nebulizador en casa, los padres podrían consultar con su médico sobre la pertinencia de llevarlo en el viaje (así como los adaptadores o convertidores necesarios), señala el experto.