Una de las noticias más importantes del 2022 fue la de la intención del magnate y figura pública Elon Musk de comprar Twitter, una de las redes sociales de discusión de asuntos públicos más importantes de la actualidad, con la intención declarada de ampliar los límites de la libertad de expresión en la plataforma, la cual tiene la potestad de cerrar las cuentas de aquellos usuarios de los cuales la plataforma considera que no cumplen con las normas de la red social, incluso aunque el usuario propietario de dicha cuenta fuera el mismísimo POTUS, de lo cual puede dar fe el polémico Donald Trump.
Pero, a pesar de la expectación que despertó el anuncio del dueño del fundador de Tesla y SpaceX de comprar la popular red social, esta parece haberse ido al traste quizás definitivamente tras una serie de polémicas entre el sudafricano y los gerentes de Twitter, que incluían dudas acerca de la cantidad de cuentas que en vez de seres humanos tenían a un bot detrás, algo que, en caso de estar demasiado descompensado en favor de las cuentas de bots, podría llegar a afectar negativamente al valor de la compañía, no en vano uno de sus principales atractivos es la enorme interacción entre personas que se da en la red del pajarito azul, por lo que es un dato que podría interesar no sólo a un gran inversor como es Elon Musk, sino incluso a aquellos que operan con acciones de estas compañías incluso a través de la modalidad del trading online con un bróker, en la cual se opera en un mercado extrabursátil utilizando un nivel de apalancamiento que sirve para potenciar las posiciones, pero a cambio de aumentar mucho el riesgo de sufrir pérdidas altas rápidamente.
Aún así, la decisión de echarse atrás en la compra de Twitter por parte de Musk, no ha sentado nada bien en la cúpula que gestiona la plataforma, ya que han denunciado al empresario ante los juzgados de Delaware para forzarle a cumplir lo que consideran un compromiso, y hacerlo al precio convenido de antemano, que ascendería hasta los 54,2 dólares por acción, lo que teniendo en cuenta el número de acciones, daría como resultado que el sudafricano tendría que desembolsar unos 44.000 millones de dólares, algo que podría parecer pecata minuta si se tiene en cuenta la valoración de la fortuna de Elon Musk, que decenas de miles de millones de dólares abajo, o decenas de miles de millones de dólares arriba se cifraba en julio de este mismo año alrededor del cuarto de billón de dólares, aunque lo cierto es que la inmensa mayoría de este dinero se encuentra en forma de acciones y propiedades y no en líquido, por lo que no está fácilmente disponible, oscila de valor mucho, y para convertirlo en divisa fiat probablemente deba pasar primero por la hacienda pública de turno si se obtiene algún beneficio, algo que encarecería aún más la operación de la compra de Twitter, una operación que como ya se ha visto, ya no le parece tan atractiva al conocido multimillonario, que ha justificado su decisión con las ya mencionadas dudas sobre cuántos de los usuarios de Twitter son realmente usuarios activos y no bots de spam, en un juicio que promete dejar momentos para la historia, como por ejemplo la afirmación en una denuncia ante el Congreso estadounidense del antiguo jefe de seguridad de la red social (fue despedido en enero de este mismo año) de que los fallos de seguridad son numerosos y entre la plantilla se encuentran infiltrados espías extranjeros, una afirmación que, como no podía ser de otra manera, desde la plataforma han negado de forma categórica.
En cualquier caso habrá que esperar lo que dicen los tribunales con respecto a las obligaciones de cada uno de los implicados, lo que, atendiendo a las actuaciones pasadas de Elon Musk, no significa que aunque los jueces le den la razón no vuelva a la carga más adelante anunciando su intención de comprar Twitter, y si no sólo hace falta acudir a la hemeroteca para ver los cambios de postura del fundador de Tesla con respecto a criptomonedas como bitcoin.
Una de las noticias más importantes del 2022 fue la de la intención del magnate y figura pública Elon Musk de comprar Twitter, una de las redes sociales de discusión de asuntos públicos más importantes de la actualidad, con la intención declarada de ampliar los límites de la libertad de expresión en la plataforma, la cual tiene la potestad de cerrar las cuentas de aquellos usuarios de los cuales la plataforma considera que no cumplen con las normas de la red social, incluso aunque el usuario propietario de dicha cuenta fuera el mismísimo POTUS, de lo cual puede dar fe el polémico Donald Trump.
Pero, a pesar de la expectación que despertó el anuncio del dueño del fundador de Tesla y SpaceX de comprar la popular red social, esta parece haberse ido al traste quizás definitivamente tras una serie de polémicas entre el sudafricano y los gerentes de Twitter, que incluían dudas acerca de la cantidad de cuentas que en vez de seres humanos tenían a un bot detrás, algo que, en caso de estar demasiado descompensado en favor de las cuentas de bots, podría llegar a afectar negativamente al valor de la compañía, no en vano uno de sus principales atractivos es la enorme interacción entre personas que se da en la red del pajarito azul, por lo que es un dato que podría interesar no sólo a un gran inversor como es Elon Musk, sino incluso a aquellos que operan con acciones de estas compañías incluso a través de la modalidad del trading online con un bróker, en la cual se opera en un mercado extrabursátil utilizando un nivel de apalancamiento que sirve para potenciar las posiciones, pero a cambio de aumentar mucho el riesgo de sufrir pérdidas altas rápidamente.
Aún así, la decisión de echarse atrás en la compra de Twitter por parte de Musk, no ha sentado nada bien en la cúpula que gestiona la plataforma, ya que han denunciado al empresario ante los juzgados de Delaware para forzarle a cumplir lo que consideran un compromiso, y hacerlo al precio convenido de antemano, que ascendería hasta los 54,2 dólares por acción, lo que teniendo en cuenta el número de acciones, daría como resultado que el sudafricano tendría que desembolsar unos 44.000 millones de dólares, algo que podría parecer pecata minuta si se tiene en cuenta la valoración de la fortuna de Elon Musk, que decenas de miles de millones de dólares abajo, o decenas de miles de millones de dólares arriba se cifraba en julio de este mismo año alrededor del cuarto de billón de dólares, aunque lo cierto es que la inmensa mayoría de este dinero se encuentra en forma de acciones y propiedades y no en líquido, por lo que no está fácilmente disponible, oscila de valor mucho, y para convertirlo en divisa fiat probablemente deba pasar primero por la hacienda pública de turno si se obtiene algún beneficio, algo que encarecería aún más la operación de la compra de Twitter, una operación que como ya se ha visto, ya no le parece tan atractiva al conocido multimillonario, que ha justificado su decisión con las ya mencionadas dudas sobre cuántos de los usuarios de Twitter son realmente usuarios activos y no bots de spam, en un juicio que promete dejar momentos para la historia, como por ejemplo la afirmación en una denuncia ante el Congreso estadounidense del antiguo jefe de seguridad de la red social (fue despedido en enero de este mismo año) de que los fallos de seguridad son numerosos y entre la plantilla se encuentran infiltrados espías extranjeros, una afirmación que, como no podía ser de otra manera, desde la plataforma han negado de forma categórica.
En cualquier caso habrá que esperar lo que dicen los tribunales con respecto a las obligaciones de cada uno de los implicados, lo que, atendiendo a las actuaciones pasadas de Elon Musk, no significa que aunque los jueces le den la razón no vuelva a la carga más adelante anunciando su intención de comprar Twitter, y si no sólo hace falta acudir a la hemeroteca para ver los cambios de postura del fundador de Tesla con respecto a criptomonedas como bitcoin.
Una de las noticias más importantes del 2022 fue la de la intención del magnate y figura pública Elon Musk de comprar Twitter, una de las redes sociales de discusión de asuntos públicos más importantes de la actualidad, con la intención declarada de ampliar los límites de la libertad de expresión en la plataforma, la cual tiene la potestad de cerrar las cuentas de aquellos usuarios de los cuales la plataforma considera que no cumplen con las normas de la red social, incluso aunque el usuario propietario de dicha cuenta fuera el mismísimo POTUS, de lo cual puede dar fe el polémico Donald Trump.
Pero, a pesar de la expectación que despertó el anuncio del dueño del fundador de Tesla y SpaceX de comprar la popular red social, esta parece haberse ido al traste quizás definitivamente tras una serie de polémicas entre el sudafricano y los gerentes de Twitter, que incluían dudas acerca de la cantidad de cuentas que en vez de seres humanos tenían a un bot detrás, algo que, en caso de estar demasiado descompensado en favor de las cuentas de bots, podría llegar a afectar negativamente al valor de la compañía, no en vano uno de sus principales atractivos es la enorme interacción entre personas que se da en la red del pajarito azul, por lo que es un dato que podría interesar no sólo a un gran inversor como es Elon Musk, sino incluso a aquellos que operan con acciones de estas compañías incluso a través de la modalidad del trading online con un bróker, en la cual se opera en un mercado extrabursátil utilizando un nivel de apalancamiento que sirve para potenciar las posiciones, pero a cambio de aumentar mucho el riesgo de sufrir pérdidas altas rápidamente.
Aún así, la decisión de echarse atrás en la compra de Twitter por parte de Musk, no ha sentado nada bien en la cúpula que gestiona la plataforma, ya que han denunciado al empresario ante los juzgados de Delaware para forzarle a cumplir lo que consideran un compromiso, y hacerlo al precio convenido de antemano, que ascendería hasta los 54,2 dólares por acción, lo que teniendo en cuenta el número de acciones, daría como resultado que el sudafricano tendría que desembolsar unos 44.000 millones de dólares, algo que podría parecer pecata minuta si se tiene en cuenta la valoración de la fortuna de Elon Musk, que decenas de miles de millones de dólares abajo, o decenas de miles de millones de dólares arriba se cifraba en julio de este mismo año alrededor del cuarto de billón de dólares, aunque lo cierto es que la inmensa mayoría de este dinero se encuentra en forma de acciones y propiedades y no en líquido, por lo que no está fácilmente disponible, oscila de valor mucho, y para convertirlo en divisa fiat probablemente deba pasar primero por la hacienda pública de turno si se obtiene algún beneficio, algo que encarecería aún más la operación de la compra de Twitter, una operación que como ya se ha visto, ya no le parece tan atractiva al conocido multimillonario, que ha justificado su decisión con las ya mencionadas dudas sobre cuántos de los usuarios de Twitter son realmente usuarios activos y no bots de spam, en un juicio que promete dejar momentos para la historia, como por ejemplo la afirmación en una denuncia ante el Congreso estadounidense del antiguo jefe de seguridad de la red social (fue despedido en enero de este mismo año) de que los fallos de seguridad son numerosos y entre la plantilla se encuentran infiltrados espías extranjeros, una afirmación que, como no podía ser de otra manera, desde la plataforma han negado de forma categórica.
En cualquier caso habrá que esperar lo que dicen los tribunales con respecto a las obligaciones de cada uno de los implicados, lo que, atendiendo a las actuaciones pasadas de Elon Musk, no significa que aunque los jueces le den la razón no vuelva a la carga más adelante anunciando su intención de comprar Twitter, y si no sólo hace falta acudir a la hemeroteca para ver los cambios de postura del fundador de Tesla con respecto a criptomonedas como bitcoin.
Una de las noticias más importantes del 2022 fue la de la intención del magnate y figura pública Elon Musk de comprar Twitter, una de las redes sociales de discusión de asuntos públicos más importantes de la actualidad, con la intención declarada de ampliar los límites de la libertad de expresión en la plataforma, la cual tiene la potestad de cerrar las cuentas de aquellos usuarios de los cuales la plataforma considera que no cumplen con las normas de la red social, incluso aunque el usuario propietario de dicha cuenta fuera el mismísimo POTUS, de lo cual puede dar fe el polémico Donald Trump.
Pero, a pesar de la expectación que despertó el anuncio del dueño del fundador de Tesla y SpaceX de comprar la popular red social, esta parece haberse ido al traste quizás definitivamente tras una serie de polémicas entre el sudafricano y los gerentes de Twitter, que incluían dudas acerca de la cantidad de cuentas que en vez de seres humanos tenían a un bot detrás, algo que, en caso de estar demasiado descompensado en favor de las cuentas de bots, podría llegar a afectar negativamente al valor de la compañía, no en vano uno de sus principales atractivos es la enorme interacción entre personas que se da en la red del pajarito azul, por lo que es un dato que podría interesar no sólo a un gran inversor como es Elon Musk, sino incluso a aquellos que operan con acciones de estas compañías incluso a través de la modalidad del trading online con un bróker, en la cual se opera en un mercado extrabursátil utilizando un nivel de apalancamiento que sirve para potenciar las posiciones, pero a cambio de aumentar mucho el riesgo de sufrir pérdidas altas rápidamente.
Aún así, la decisión de echarse atrás en la compra de Twitter por parte de Musk, no ha sentado nada bien en la cúpula que gestiona la plataforma, ya que han denunciado al empresario ante los juzgados de Delaware para forzarle a cumplir lo que consideran un compromiso, y hacerlo al precio convenido de antemano, que ascendería hasta los 54,2 dólares por acción, lo que teniendo en cuenta el número de acciones, daría como resultado que el sudafricano tendría que desembolsar unos 44.000 millones de dólares, algo que podría parecer pecata minuta si se tiene en cuenta la valoración de la fortuna de Elon Musk, que decenas de miles de millones de dólares abajo, o decenas de miles de millones de dólares arriba se cifraba en julio de este mismo año alrededor del cuarto de billón de dólares, aunque lo cierto es que la inmensa mayoría de este dinero se encuentra en forma de acciones y propiedades y no en líquido, por lo que no está fácilmente disponible, oscila de valor mucho, y para convertirlo en divisa fiat probablemente deba pasar primero por la hacienda pública de turno si se obtiene algún beneficio, algo que encarecería aún más la operación de la compra de Twitter, una operación que como ya se ha visto, ya no le parece tan atractiva al conocido multimillonario, que ha justificado su decisión con las ya mencionadas dudas sobre cuántos de los usuarios de Twitter son realmente usuarios activos y no bots de spam, en un juicio que promete dejar momentos para la historia, como por ejemplo la afirmación en una denuncia ante el Congreso estadounidense del antiguo jefe de seguridad de la red social (fue despedido en enero de este mismo año) de que los fallos de seguridad son numerosos y entre la plantilla se encuentran infiltrados espías extranjeros, una afirmación que, como no podía ser de otra manera, desde la plataforma han negado de forma categórica.
En cualquier caso habrá que esperar lo que dicen los tribunales con respecto a las obligaciones de cada uno de los implicados, lo que, atendiendo a las actuaciones pasadas de Elon Musk, no significa que aunque los jueces le den la razón no vuelva a la carga más adelante anunciando su intención de comprar Twitter, y si no sólo hace falta acudir a la hemeroteca para ver los cambios de postura del fundador de Tesla con respecto a criptomonedas como bitcoin.
Una de las noticias más importantes del 2022 fue la de la intención del magnate y figura pública Elon Musk de comprar Twitter, una de las redes sociales de discusión de asuntos públicos más importantes de la actualidad, con la intención declarada de ampliar los límites de la libertad de expresión en la plataforma, la cual tiene la potestad de cerrar las cuentas de aquellos usuarios de los cuales la plataforma considera que no cumplen con las normas de la red social, incluso aunque el usuario propietario de dicha cuenta fuera el mismísimo POTUS, de lo cual puede dar fe el polémico Donald Trump.
Pero, a pesar de la expectación que despertó el anuncio del dueño del fundador de Tesla y SpaceX de comprar la popular red social, esta parece haberse ido al traste quizás definitivamente tras una serie de polémicas entre el sudafricano y los gerentes de Twitter, que incluían dudas acerca de la cantidad de cuentas que en vez de seres humanos tenían a un bot detrás, algo que, en caso de estar demasiado descompensado en favor de las cuentas de bots, podría llegar a afectar negativamente al valor de la compañía, no en vano uno de sus principales atractivos es la enorme interacción entre personas que se da en la red del pajarito azul, por lo que es un dato que podría interesar no sólo a un gran inversor como es Elon Musk, sino incluso a aquellos que operan con acciones de estas compañías incluso a través de la modalidad del trading online con un bróker, en la cual se opera en un mercado extrabursátil utilizando un nivel de apalancamiento que sirve para potenciar las posiciones, pero a cambio de aumentar mucho el riesgo de sufrir pérdidas altas rápidamente.
Aún así, la decisión de echarse atrás en la compra de Twitter por parte de Musk, no ha sentado nada bien en la cúpula que gestiona la plataforma, ya que han denunciado al empresario ante los juzgados de Delaware para forzarle a cumplir lo que consideran un compromiso, y hacerlo al precio convenido de antemano, que ascendería hasta los 54,2 dólares por acción, lo que teniendo en cuenta el número de acciones, daría como resultado que el sudafricano tendría que desembolsar unos 44.000 millones de dólares, algo que podría parecer pecata minuta si se tiene en cuenta la valoración de la fortuna de Elon Musk, que decenas de miles de millones de dólares abajo, o decenas de miles de millones de dólares arriba se cifraba en julio de este mismo año alrededor del cuarto de billón de dólares, aunque lo cierto es que la inmensa mayoría de este dinero se encuentra en forma de acciones y propiedades y no en líquido, por lo que no está fácilmente disponible, oscila de valor mucho, y para convertirlo en divisa fiat probablemente deba pasar primero por la hacienda pública de turno si se obtiene algún beneficio, algo que encarecería aún más la operación de la compra de Twitter, una operación que como ya se ha visto, ya no le parece tan atractiva al conocido multimillonario, que ha justificado su decisión con las ya mencionadas dudas sobre cuántos de los usuarios de Twitter son realmente usuarios activos y no bots de spam, en un juicio que promete dejar momentos para la historia, como por ejemplo la afirmación en una denuncia ante el Congreso estadounidense del antiguo jefe de seguridad de la red social (fue despedido en enero de este mismo año) de que los fallos de seguridad son numerosos y entre la plantilla se encuentran infiltrados espías extranjeros, una afirmación que, como no podía ser de otra manera, desde la plataforma han negado de forma categórica.
En cualquier caso habrá que esperar lo que dicen los tribunales con respecto a las obligaciones de cada uno de los implicados, lo que, atendiendo a las actuaciones pasadas de Elon Musk, no significa que aunque los jueces le den la razón no vuelva a la carga más adelante anunciando su intención de comprar Twitter, y si no sólo hace falta acudir a la hemeroteca para ver los cambios de postura del fundador de Tesla con respecto a criptomonedas como bitcoin.
Una de las noticias más importantes del 2022 fue la de la intención del magnate y figura pública Elon Musk de comprar Twitter, una de las redes sociales de discusión de asuntos públicos más importantes de la actualidad, con la intención declarada de ampliar los límites de la libertad de expresión en la plataforma, la cual tiene la potestad de cerrar las cuentas de aquellos usuarios de los cuales la plataforma considera que no cumplen con las normas de la red social, incluso aunque el usuario propietario de dicha cuenta fuera el mismísimo POTUS, de lo cual puede dar fe el polémico Donald Trump.
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En cualquier caso habrá que esperar lo que dicen los tribunales con respecto a las obligaciones de cada uno de los implicados, lo que, atendiendo a las actuaciones pasadas de Elon Musk, no significa que aunque los jueces le den la razón no vuelva a la carga más adelante anunciando su intención de comprar Twitter, y si no sólo hace falta acudir a la hemeroteca para ver los cambios de postura del fundador de Tesla con respecto a criptomonedas como bitcoin.
Una de las noticias más importantes del 2022 fue la de la intención del magnate y figura pública Elon Musk de comprar Twitter, una de las redes sociales de discusión de asuntos públicos más importantes de la actualidad, con la intención declarada de ampliar los límites de la libertad de expresión en la plataforma, la cual tiene la potestad de cerrar las cuentas de aquellos usuarios de los cuales la plataforma considera que no cumplen con las normas de la red social, incluso aunque el usuario propietario de dicha cuenta fuera el mismísimo POTUS, de lo cual puede dar fe el polémico Donald Trump.
Pero, a pesar de la expectación que despertó el anuncio del dueño del fundador de Tesla y SpaceX de comprar la popular red social, esta parece haberse ido al traste quizás definitivamente tras una serie de polémicas entre el sudafricano y los gerentes de Twitter, que incluían dudas acerca de la cantidad de cuentas que en vez de seres humanos tenían a un bot detrás, algo que, en caso de estar demasiado descompensado en favor de las cuentas de bots, podría llegar a afectar negativamente al valor de la compañía, no en vano uno de sus principales atractivos es la enorme interacción entre personas que se da en la red del pajarito azul, por lo que es un dato que podría interesar no sólo a un gran inversor como es Elon Musk, sino incluso a aquellos que operan con acciones de estas compañías incluso a través de la modalidad del trading online con un bróker, en la cual se opera en un mercado extrabursátil utilizando un nivel de apalancamiento que sirve para potenciar las posiciones, pero a cambio de aumentar mucho el riesgo de sufrir pérdidas altas rápidamente.
Aún así, la decisión de echarse atrás en la compra de Twitter por parte de Musk, no ha sentado nada bien en la cúpula que gestiona la plataforma, ya que han denunciado al empresario ante los juzgados de Delaware para forzarle a cumplir lo que consideran un compromiso, y hacerlo al precio convenido de antemano, que ascendería hasta los 54,2 dólares por acción, lo que teniendo en cuenta el número de acciones, daría como resultado que el sudafricano tendría que desembolsar unos 44.000 millones de dólares, algo que podría parecer pecata minuta si se tiene en cuenta la valoración de la fortuna de Elon Musk, que decenas de miles de millones de dólares abajo, o decenas de miles de millones de dólares arriba se cifraba en julio de este mismo año alrededor del cuarto de billón de dólares, aunque lo cierto es que la inmensa mayoría de este dinero se encuentra en forma de acciones y propiedades y no en líquido, por lo que no está fácilmente disponible, oscila de valor mucho, y para convertirlo en divisa fiat probablemente deba pasar primero por la hacienda pública de turno si se obtiene algún beneficio, algo que encarecería aún más la operación de la compra de Twitter, una operación que como ya se ha visto, ya no le parece tan atractiva al conocido multimillonario, que ha justificado su decisión con las ya mencionadas dudas sobre cuántos de los usuarios de Twitter son realmente usuarios activos y no bots de spam, en un juicio que promete dejar momentos para la historia, como por ejemplo la afirmación en una denuncia ante el Congreso estadounidense del antiguo jefe de seguridad de la red social (fue despedido en enero de este mismo año) de que los fallos de seguridad son numerosos y entre la plantilla se encuentran infiltrados espías extranjeros, una afirmación que, como no podía ser de otra manera, desde la plataforma han negado de forma categórica.
En cualquier caso habrá que esperar lo que dicen los tribunales con respecto a las obligaciones de cada uno de los implicados, lo que, atendiendo a las actuaciones pasadas de Elon Musk, no significa que aunque los jueces le den la razón no vuelva a la carga más adelante anunciando su intención de comprar Twitter, y si no sólo hace falta acudir a la hemeroteca para ver los cambios de postura del fundador de Tesla con respecto a criptomonedas como bitcoin.
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