Los Gobiernos más recientes, cuya administración recayó en los Partidos Reformista Social Cristiano, PRD y PLD, dejaron entramados de corrupción alarmante en la mayoría de los Ministerios y Direcciones del Estado Dominicano.
Citamos el caso del Ministerio de Educación, sede de escándalos administrativos que envuelven miles y miles de millones de pesos, sacado de las costillas de los ciudadanos que honran el pago de impuestos.
El nuevo incumbente, Angel Hernández, ordenó una investigación en torno a fondos millonarios entregados a ingenieros para escuelas, que no fueron construidas a falta de terrenos y por igual, partidas millonarias para la compra de libros, que por años están almacenados, para el disfrute de cucarachas y otros insectos.
La única respuesta que ha recibido el Ministro de Educación, es una amenaza de muerte vía un papelito manuscrito, que dice haber recibido a través de un tercero y que reza: “Al chino hay que darle un tiro”.
Si persisten esas redes mafiosas en ese Ministerio, corresponde a la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA), investigar, apresar y someter a la justicia a todo el que entienda es responsable de esos hechos bochornosos, que hieren la economía nacional.
En el presente gobierno, si en verdad se quiere establecer transparencia en la administración de las cosas del Estado, no deben existir vacas sagradas.