Cuentan las páginas de la historia dominicana, que el primer proceso en busca de estadísticas reales del país, se montó en los primeros años de la llegada de Cristóbal Colón, que terminó como base para la repartición de la población indígena, a quienes robaron su libertad y bienes.
Los Censos de Población y Familia de mayor dureza fueron realizados en la Era del tirano Rafael Leónidas Trujillo y los de mayor costo, los ejecutados en los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), costo reivindicado por el actual gobierno con una suma por encima de los 3 mil millones de pesos.
Mañana el Gobierno de Luis Abinader y del Partido Revolucionario Moderno, lanzará a las calles y avenidas un total de 35 mil personas, que buscaran levantar los datos reales de las condiciones de vida de la población dominicana.
Este décimo Censo Nacional de Población y Vivienda encuentra la máxima oposición del PLD, enarbolando varios argumentos, de manera especial, su alto costo y que solo servirá para legalizar a màs de 2 millones de haitianos, que residen en el país de manera ilegal.
Razón tiene el liderazgo del PLD para apostar al fracaso del censo a iniciarse mañana, porque en uno de sus gobiernos montaron un proceso súper millonario de legalización de la estadía de haitianos en el país, que a la vista de todos lució un verdadero fiasco y que terminó enriqueciendo los bolsillos de los altos funcionarios peledeistas.