Un gobierno que como el presente, se auto-proclama de democrático y de liberal, debiera evitar primero que todo, que el poder lo emborrache.
Al PLD, le ocurrió y todos hemos observado, lo que cosechó de su torpeza política.
Al PRM no le deja ningún rédito o beneficio político, asumir el autoritarismo y conservadurismo neotrujillista, que fue típico de los gobiernos del PLD.
Un líder o un gobierno de sinceras convicciones liberales y democráticas, cuando por alguna razón, no cumple o no ha podido cumplir con los compromisos contraídos con un determinado sector social, debiera animarse, desde los valores éticos de la humildad y entereza políticas correspondientes, a reconvocar a sus interlocutores y desde la comunicación asertiva, positiva y madura reexaminar la situación.
El liderazgo del PRM, a mi juicio, se comporta erraticamente, cuando decide preferir la confrontación al diálogo reflexivo, usando como arriete o instrumento para dicha confrontación, al sinnúmero de simpatizantes o de ádlateres que posee, en los diversos gremios empresariales y comerciales de SFM, instándolos, a mediante un documento hecho público, llegar soberbiamente a declarar que abrirán sus puertas, sin reparar, en el componente de mayor violencia que tal postura pudiera introducir en la acción de protesta convocada para el próximo lunes 24 de abril.
La política es una ciencia, un saber, un arte y por tanto, todo aquel que pretenda valerse de ella para servirle a su PUEBLO, debe desprenderse del fanatismo, del sectarismo y de la intolerancia.
Debo agregar finalmente, que más que un acto cívico, el convocado para mañana domingo en el parque Duarte, por la dirección política del partido que administra el estado, es por el contrario,una muestra de visión y acción temeraria que lanza al PRM a las fauces de la bravuconería y de la provocación políticas.