Por fín pasó el año 2004, el cual nos dejó grandes estragos. Hubo de todo un poco, algunas cosas buenas como es natural pero otras muy desagradables. Se sintió una fuerte y apremiante baja en nuestra economía, debido a que la moneda dominicana ha sido devaluada vergonzosamente, por causa de personas que sin pensar en los demás dejaron rastros negativos hasta la fecha.
El dólar de todos conocido, llegó a cotizarse a más de un 50 y pico de pesos dominicanos por uno; aquello fue una locura tan grande que hoy todavía se siente lo ocurrido, puesto que no es suficiente lo que ha bajado ni estable, y se cotiza bastante caro. Este desorden de subir mucho y bajar poco, descontroló totalmente la estabilidad comercial, hoy se compraba un artículo a un precio y al siguiente día tenía otro diferente pero en subida, es decir, que todo anduvo de mal en peor.
Mientras ese desorden combatió despiadadamente, nuestro pueblo sufrió en carne propia la impiedad a que fue sometido nuestro país, porque unos cuantos así lo impusieron; siempre se ha dicho que el pez grande se come al chiquito porque es indefenso y no tiene quien lo defienda.
Con todas estas injusticias y muchas otras más, una parte de la población, con la gracia de Dios pudimos sobrevivir. Aún se padece y carece de todo, puesto que el costo de la vida está sumamente alto; en nuestro diario vivir es imposible para la gran mayoría de la población comer lo que se deseee, se come lo que se pueda y muchos no comen porque no tienen a su alcance con qué sostenerse, acompañado de un gran desempleo.
Mientras todo esto ocurre, los sueldos han sido los mismos, al contrario ha bajado de valor por las alzas desmedidas que ha sufrido la economía del pobre, especialmente. Todo ha quedado fuera de precio, pero en alza. Se ha sufrido en la poca alimentación de la familia dominicana, el tratamiento de la salud es peor, está prohibido enfermarse, pues se hace imposible comprar los medicamentos indicados para recobrar la salud.
Los impuestos cada día son más altos, traen más cargas, lo que deteriora al grande y pequeño establecimiento, razón por la cual han desaparecido miles de comercios que no han soportado sobrevivir, pues su capital de trabajo no le permitió seguir hacia adelante, todo se esfumó. ¡Qué lástima!
Hemos sufrido los embates de la naturaleza, las inundaciones con grandes pérdidas de vidas humanas, específicamente en el Sur y el Nordeste del país, tales casos han sido lamentables y preocupantes, pues nuestros hermanos sufren la pérdida de sus seres queridos, y quedar desamparadas el resto de la familia, sin hogar y sin medio de vida oportunamente. ¡Que Dios tenga misericordia de nosotros!
Todo esto ha mermado grandemente la producción agrícola, en especial la del Cibao, donde se produce toda clase de rubros que necesitamos en la canasta familiar. Hoy por hoy, un pequeñito plátano cuesta 5.00 y 6.00 pesos, y así todo los demás alimentos.
CDE, Edenorte como siempre sus tarifas o facturaciones desmedidas, esperamos su pronto acomodo tarifario, ya es tiempo. Codetel, Verizon, sus tarifas están sumamente abusivas; creemos que si el dólar baja debe bajar todo, pero no es así; para subir sí que lo hacen con rapidez, por lo contrario han pasado meses y meses y todo sigue igual.
Todo lo que hemos señalado es real, no somos pesimistas; unamos esfuerzos de trabajos y nuestras oraciones para que Dios permita que nuestro país disfrute de ventura y calma, que todo lo malo que hemos sufrido y está sucediendo, Dios interponga sus buenos oficios como buen padre y nos conduzca por el camino de la paz, la comprensión, el amor y una verdadera y sincera amistad con nuestros familiares, amigos y hermanos en Cristo Jesús.
Que este año 2005 nos traiga la paz espiritual que tanto necesitamos para bien de la familia dominicana, nuestros países hermanos y del mundo.
Que Dios bendiga a cada uno de ustedes junto a los suyos, les deseamos a nuestros dilectos amigos de esta columna Recorriendo la Ciudad.
Pensamiento: Los cristianos tenemos un compromiso irrevocable con Jesucristo!