La Policía reportó la muerte de tres personas en hechos violentos ocurridos en las últimas horas.
Las víctimas son Luis Alberto Aracena de Aza alias (el Topo) de 28 años, José Antonio Hernández Núñez de 34, y el ingeniero Carlos Castillo García.
Aracena de Aza (el topo) recibió dos balazos en el pecho y el antebrazo derecho cuando enfrentó a una patrulla que le perseguía en las proximidades de la calle Imbert esquina avenida Frank Grullón.
El informe policial dice que Aracena de Aza era un reconocido delincuente, que se dedicaba al robo de motociceltas a mano armada, en diferentes puntos de ésta ciudad de San Francisco de Macorís. Residía en la calle José Reyes esquina avenida Libertad.
En tanto que el obrero José Antonio Hernández Núñez falleció por golpes en la cabeza que les propinaron Alexis García y un tal Héctor, durante una riña que se produjo en el centro cervecero De Bien Auto Frías, ubicado en la calle Sánchez esquina Emilio Prud-Homme. El hecho ocurrió la noche del sábado cinco de éste mes de febrero, cuando los tres hombres compartían tragos en el referido lugar.
Hernández Núñez permaneció tres días interno en un centro clínico privado de aquí, residía en la calle San Rafael #12 del sector Vista al Valle. La Policía informó que persigue a los autores del hecho.
Mientras que el ingeniero Carlos Castillo García de 26 años, murió a tiros en circunstancias no aclaradas hasta el momento.
El informe suministrado a EL JAYA señala que el hecho ocurrió la noche del viernes 4 de este mes, en las proximidades de la calle Rosa Duarte de Los Mina, en Santo Domingo.
Castillo García recibió varios disparos que le hicieron personas desconocidas que viajaban en una Gipeta, cuando transitaba en su vehículo por la calle Rosa Duarte de la capital, en compañía de otras tres personas.
El joven profesional de la Ingeniería laboraba en la empresa italiana OMB Caribe S.A. en la capital.
Residía en la calle Las Mercedes #168 del Municipio de Pimentel, su padre Carlos Manuel Castillo pidió a las autoridades hacer las investigaciones de lugar, para que la muerte de su hijo no quede impune.