Problemas que ameritan urgente atención de parte de las autoridades educativas.
Nos referimos a las intoxicaciones que con frecuencia sufren los alumnos de las escuelas de las comunidades de Colón y de Génimo, situadas en la parte sur de San Francisco de Macorís.
Otro asunto que tiene que ser atendido con inmediatez, son los reclamos con movilizaciones que desde hace mucho tiempo realizan los estudiantes del liceo José Francisco Peña Gómez que en la tanda matutina funciona en la escuela Manuel María Castillo.
La agitación con quema de neumáticos que se produce en el entorno, obliga a la suspensión de las clases y al lanzamiento de bombas lacrimógenas por parte de la policía.
En las proximidades del plantel Manuel María Castillo está situada la escuela Larpe, un centro de enseñanza para niños y adolescentes con condiciones especiales como síndrome de Down, sordomudos, autismo y otras discapacidades. En la última contienda entre policías y estudiantes lanzaron una bomba a la puerta de entrada a una de las aulas y los alumnos le dieron una pedrada a un policía que le dió en la cabeza y se llevó parte de la oreja derecha.
Veamos las causas que generan las movilizaciones y por consiguiente los enfrentamientos de los estudiantes con los agentes policiales. Los alumnos demandan de las autoridades educativas las reivindicaciones que se contraen al mejoramiento de las condiciones del plantel y construcción de nuevos espacios. Dicen que se ha llegado a acuerdos que luego las autoridades no cumplen.
Respecto a las intoxicaciones de estudiantes de las referidas comunidades, estas se producen por efecto de las fumigaciones aéreas, en avionetas, que realizan productores de arroz en sus fincas que están localizadas en las inmediaciones de los planteles escolares.
Los padres y tutores de estudiantes son personas de escasos recursos, por lo que están solicitando que el Ministerio de Educación cubra las atenciones médicas de los alumnos. La solución a este tema es, ciertamente, más complejo, porque son dos realidades que demandan su radio de acción.
Mudar la escuela a otro lugar no es viable, es imposible y fumigar las plantaciones de arroz aunque es cíclica esta labor de control de malezas siempre deberá hacerse.
Esta situación ilustra muy bien de porqué es importante la ley que en fecha reciente promulgó el Poder Ejecutivo sobre Ordenamiento Territorial y Asentamientos Humanos. Esto significa que donde haya fincas y terrenos con vocación agrícola, las autoridades del ayuntamiento no permitirán la apertura de centros educativos, barrios o sectores residenciales.