El universo académico ha atravesado una transformación notable en las últimas décadas en nuestro contexto sociocultural. En tanto, nos enfrentamos a nuevos desafíos hasta para poder encajar y pertenecer un grupo social. Asistir a un centro educativo para gran parte de los educandos puede representar un reto, especialmente para los que experimentan algún tipo de maltrato. Es por lo que; una autoestima sana, es indispensable para la propia supervivencia psicológica, ya, que desde que los seres humanos nacen necesitan sentirse amados, queridos y reconocido por los demás, pero no siempre se cumple este principio; esas necesidades se ven afectadas por elementos que atentan en contra de una buena autoestima como es el Bullying. En el cual; se caracteriza por conducta intencional de (hostigamiento, falta de respeto, maltrato verbal, físico o psicológico) que recibe el estudiante de manera persistente.
El Bullying y la autoestima en los adolescentes es compleja y multidimensional. De manera que; el acoso puede disminuir la autoestima. También, se ha observado que los adolescentes con baja autoestima son más expuestos a convertirse en víctimas de Bullying. Esto crea un ciclo destructivo que requiere una intervención adecuada y estrategias de prevención a nivel mundial. El Fondo de las Naciones Unidas (UNICEF) destacan que, en República Dominicana; el acoso escolar o Bullying ha sido un malestar en los centros educativos.
El Bullying es un fenómeno común en los entornos escolares de América Latina y el Caribe. El acoso se puede presentar en forma de agresiones físicas, verbales o psicológicas entre estudiantes y puede tener un impacto negativo en la salud emocional y en el rendimiento académico de los afectados. Por lo tanto, si existe violencia física o psicológica a corto, mediano y largo plazo en la vida de los niños, niñas y adolescentes involucrados, ya sea como; agresores, víctimas u observadores. Este tipo de violencia es relevante porque afecta negativamente a la víctima, disminuyendo su autoestima y confianza, lo que lleva a que aparezcan frecuentes estados de ansiedad, depresión autoagresión e incluso el suicidio, impidiendo en las víctimas ejercer derechos fundamentales y gozar de experiencias enriquecedoras de educación, interacción social, desarrollo, libre expresión de la personalidad y participación activa en los entornos escolares.
Para disminuir y erradicar el bullying desde los centros educativos es necesario entender cómo identificarlo. Toda la comunidad debe involucrarse; directores, maestros, estudiantes y psicólogos, deben poseer capacidad para observar para prevenir conflictos, situaciones de Bullying e incluso problemas de autoestima. Con la participación de todos, las instituciones pueden crear espacios seguros, sentirse a salvo en la escuela como un lugar donde es posible construir sociedades más justas, específicas y funcionales.