Celinee Santos, quien ganó como representante del Distrito Nacional, fue la Reina Santa Ana de las patronales de San Francisco de Macorís en el año 2015.
Santos representó al Ensanche Webber en una engalanada celebración del reinado de las Fiestas Patronales de esta ciudad del Jaya, celebrado en Yudul Centro de Espectáculos en el año 2015 y con tan solo 15 años logró la corona de Reina Santa Ana, dejando huella por su simpatía y naturalidad.
Nueve años más tarde la joven de 24 años, quien es modelo y estudiante de Derecho se convierte en la belleza quién representará al país en la edición número 73 del Miss Universo.

Para Celinee, la corona de Miss República Dominicana Universo 2024 representa mucho más que un título de belleza. Es una oportunidad única para usar su voz y empoderar a otras mujeres, abogando por la igualdad, la inclusión y la defensa de los derechos de las personas más vulnerables.
Celinee se prepara con entusiasmo para representar a su país en la próxima edición de Miss Universo, donde está decidida a dejar en alto el nombre de la República Dominicana. Pero más allá del certamen, su visión se extiende a inspirar a las jóvenes dominicanas a perseguir sus sueños con determinación y creer en su potencial.
Celinee Santos es un ejemplo de que la belleza va más allá del físico. Es una mujer inteligente, preparada, con un corazón bondadoso y un espíritu incansable de luchadora. Sin duda alguna, será una digna representante de la República Dominicana en el escenario internacional, dejando una huella imborrable en el camino.
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En una entrevista publicada en Diario Libre, Celinee, explica que ha vivido la mayor parte de su vida en Santo Domingo, sin embargo a la edad de 15 años su vida tomó un giro inesperado, cuando fue coronada como reina de Santa Ana en San Francisco de Macorís.
«Yo fui de vacaciones del colegio, me introduje a la iglesia la Santa Ana, y fui electa la más joven del grupo con 15 años y ahí gané el concurso», relata Celinee.
Su triunfo en el concurso de belleza no solo la sorprendió, sino que también le abrió puertas.
«Entonces decidieron que me debería quedar viviendo allá porque la reina de Santa Ana es parte de la Iglesia en las actividades sociales y todo lo que conlleva la responsabilidad, pero yo no lo sabía», añade.
La señorita de 15 años de vivir con sus padres y sus dos hermanos, se mudó con su abuela. En ese momento, su madre gestionó una beca para que ella estudiara allá, y Celinee culminó sus estudios en el colegio Pedro Francisco Bonó, de la Universidad Católica Nordestana (UCNE).
«Para mí no era algo extraño el tema del modelaje, porque eso, al fin y al cabo, es un arte. Desde los 13 años sabía que quería ser Miss República Dominicana, y esto fue una oportunidad para acercarme más a mi sueño», agregó en su entrevista.
A pesar de las reticencias de sus padres, Celinee siempre supo que el modelaje era su camino.
«Mis padres no querían que yo me estuviera exponiendo a la cámara, al arte, pero desde muy pequeña el arte me ha perseguido a mí, yo también a él», comenta.
Vivir con su abuela durante esos años fue una experiencia que recuerda con cariño. «Mi abuela es encantadora, me consentía en todo», dice con una sonrisa. «Para mí no era un pesar estar en su casa, al contrario, me sentía muy apoyada».
A los 17 años, Celinee dejó atrás su vida en San Francisco de Macorís para trasladarse a Santo Domingo y seguir su sueño.