En los años correspondientes a las décadas 80 y 90, grupos del Movimiento Popular contaron con la vocería de importantes dirigentes, que cuando hablaban en los Medios de Comunicación y en la mesa del diálogo, hacían temblar a las autoridades gubernamentales, porque nunca se arrodillaron ante el oro corruptor.
Citamos el caso de Luis Abreu, José Aramis, Sixto Gabín, Ramón Rodríguez, Merejo Santos, Ligia González, Francisco Miguel Herrera y Franklin Romero, que militaban en la Coordinadora de Lucha Popular y entidades de la Izquierda.
El poder de la división y los compromisos políticos, inclusive con el partido oficialista, ha sepultado la vocería de la mayoría de los grupos, facilitando que en las ultimas jornadas huelgarias, las autoridades ni siquiera se vean compelidas en firmar un documento que recoja los reclamos, la puesta en libertad de los apresados y el apresamiento y sometimiento a la justicia de los agentes policiales responsables de matar y propinar heridas a jóvenes en las calles.
Hasta que se pruebe lo contrario, Modesto Estrella, Joel Martínez y profesora Odilín Morel han salvado la campana a los grupos que aún están activos en la Coordinación del Movimiento Popular, que si en los días por venir besan el polvo de la derrota o si por alguna razón claudican, la postura reivindicativa y revolucionaria de este pueblo podría quedar en el pasado.
En el pasado reciente planteamos que constituía una necesidad que se montara una gran cumbre del Movimiento Popular, en la que de manera crítica y responsable se pasara revista las debilidades que exhiben determinados dirigentes al momento de encarar la irresponsabilidad de las autoridades del gobierno del licenciado Danilo Medina.
Todavía hay tiempo para que se haga realidad la propuesta, pues este pueblo de San Francisco de Macorís ha sido muy vanguardista en épocas extremadamente difícil y por ello desde la misma ceniza se ha levantado como el ave fénix con mayor tesón e ideas revolucionarias.