Escribo esta carta abierta a la sociedad con el motivo de que me presten atención, aunque este no sea el motivo de agrado de ustedes, mucho menos el mío y sobre todo el de mi familia.
Sucede que el 4 de septiembre para muchos es recordado como un día lleno de júbilo gracias a que ese día los Indios (equipo de San Francisco de Macorís de básquetbol) ganó el campeonato LNB que se celebra en el país entre diversas ciudades, pero para mí ni los míos lo es.
Ese día mi hijo Skive Gallurdo, de apenas 22 años de edad, estudiante de derecho en la UASD, Alguacil Ordinario del Palacio de Justicia, con todo un futuro por delante y con ganas de vivir, me fue arrebatado de mis manos quedando este dolor inmenso y un gran vacío que jamás será saciado. Él muy alegre y gozoso como el resto de nuestro pueblo salió a la calle a recibir el equipo, ya que la final se disputó en Santo Domingo y cuando este procedía a orillarse en la acera para así hacer la famosa caravana vino un señor y lo atropelló.
Contar lo que pasó es una desesperación para mí, llegué a una clínica y miré a mi hijo… Mi único varón en una situación que ninguna madre debe nunca ver a un hijo mientras recibía atención de los médicos en la emergencia de un centro privado, debido a la gravedad de su situación nos dijeron que lo mejor era llevarlo a Santiago pero mi hijo no aguantó y en la vega se nos fue. En el mismo hecho resultaron heridos JUAN GUSTAVO LANDRON Y VICTOR MANUEL TAVAREZ, los cuales fallecieron al ser ingresados a una clínica. De igual modo resultaron heridos un sin número de personas que se encontraban en tan emocionante celebración, todo por la imprudencia, negligencia y por el consumo de alcohol de JUAN ZACARIAS TRINIDAD, arremetiendo en contra de estos sin ningún detenimiento. Nosotros los familiares sabemos que esto no ha sido un accidente de tránsito aunque se haya llevado por el tribunal de tránsito, consideramos por los motivos dados , por los precedentes que este señor ha tenido, y por testimonios de personas que hoy en día nos han dado la espalda que este ha sido un homicidio voluntario.
Dirán ustedes el por qué de esta carta, que importante tendría yo que decirles? Grande fue perder a mi hijo, nada podrá mejorar este dolor que es indescriptible, pero grande también es el sentimiento de impotencia y no poder hacer nada. La persona que le quitó la vida a mi hijo hoy esta en libertad y lo triste de todo es que perdimos la cuenta de todos los aplazamientos que se han dado.
Sé que el hecho de que se haga justicia no cambiara nada, sé que en ese juicio al final no habrá una caja que tenga a Skive de vuelta, pero también sé que si me quedo callada y no lucho porque las cosas cambien otra madre perderá un hijo. Así que a ti que leíste mi carta te pido que me ayudes, háblale a tus allegados de mi caso, diles que en San Francisco de Macorís hay una madre que desde hace un año llora a diario a su hijo y que la persona que lo hizo sigue suelta.
SONJA PEÑA PEÑALÓ
MADRE